24/11/2024

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Cantabria queda aislada desde el viernes 30 de octubre al lunes 9 de noviembre

Cantabria limitará las entradas y salidas a la Comunidad Autónoma desde las 00:00 horas de este viernes, 30 de octubre, hasta el día 9 de noviembre y modifica el calendario escolar para suspender el periodo no lectivo de la próxima semana. Estas son las nuevas medidas que hoy ha anunciado el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, para frenar la expansión de la pandemia, «medidas «duras» pero necesarias ante la «situación gravísima» que presenta en estos momentos la región por el significativo incremento del número de contagios de Covid-19, especialmente en los últimos días.

Revilla, que ha comparecido en rueda de prensa junto al vicepresidente, Pablo Zuloaga, y los consejeros de Sanidad, Miguel Rodríguez, y de Educación, Marina Lombó, confía en que con estas decisiones la curva de contagios en Cantabria empiece a descender. En caso contrario, ha anunciado que no se descarta el confinamiento de municipios que en estos momentos se encuentran en una situación de riesgo extremo.

«Es una situación muy grave donde todos tenemos que estar a la altura de las circunstancias«, ha dicho el presidente, que ha vuelto a apelar a la responsabilidad de la ciudadanía a la hora de cumplir las normas de seguridad.

Según ha matizado, Cantabria ha adoptado en todo caso y seguirá haciéndolo en el futuro decisiones que, como estas, vienen recomendadas por los técnicos de Salud Pública y que él, como autoridad competente en la Comunidad Autónoma en virtud del decreto del estado de alarma, formaliza mediante resolución en el Boletín Oficial de Cantabria.

Así, en el contexto actual, a partir de los datos epidemiológicos de Cantabria y de la singularidad que suponía el periodo vacacional escolar de la semana que viene, ha explicado que los expertos ponían encima de la mesa dos alternativas. La primera, «cerrar no solo Cantabria, sino todos los municipios», para evitar la movilidad de cerca de 100.000 escolares y de sus padres, habida cuenta de que muchos de ellos tendrían que dejarlos al cuidado de familiares para poder cumplir con sus obligaciones laborales. Y la segunda, establecer el perímetro de seguridad exclusivamente en el ámbito de la Comunidad Autónoma y aplazar la semana no lectiva, que es por la que finalmente se ha optado.

«La única manera de no cerrar todos los ayuntamientos y cerrar Cantabria era que se rectificara el calendario escolar, siempre con una restitución de estos días en cualquier otra época del año», ha señalado Revilla, quien, además, ha incidido en que los colegios son en estos momentos «el lugar más seguro para los niños».

El jefe del Ejecutivo ha reconocido que esta decisión es «dolorosa» y ha provocado «respuestas no coincidentes» entre los diferentes estamentos de la comunidad educativa, con los que ayer por la tarde se reunió la consejera de Educación, «pero en esta vida hay que tomar decisiones y este Gobierno, con el informe favorable de Sanidad, entiende que esta es la mejor opción».

También ha confirmado que en los próximos días continuarán los encuentros para buscar una solución al respecto de esos días, que «no son días perdidos», y que pasa, en todo caso, por el mantenimiento de los 175 días lectivos que recoge el calendario escolar.

Finalmente, ha asegurado que el objetivo que se persigue con estas medidas es conciliar la protección de la salud con el mantenimiento de la actividad económica y evitar que el incremento de contagios provoque, a su vez, un incremento de la presión hospitalaria. «No podemos tener colapsado el sistema solo por el Covid, porque los ciudadanos tienen otras muchas patologías que hay que seguir atendiendo«, ha apostillado.

Ayudas a los sectores más perjudicados

Por otro lado, Revilla ha anunciado una medida «de choque», aprobada hoy por el Consejo de Gobierno, por valor de 3 millones de euros, para apoyar, de manera inmediata, a los sectores más afectados por las últimas restricciones y las que podrían aplicarse en el futuro, partida que se repartirá de la siguiente forma: un «cheque de urgencia» de 500 euros para los propietarios de bares y establecimientos de ocio nocturno, salas culturales, orquestas y feriantes, y de 300 euros para los taxistas y autónomos del sector del deporte.

Todo esto, ha añadido, se perjuicio de otras cantidades que llegarán próximamente de la mano de un estudio pormenorizado que el Ejecutivo va a realizar para tratar de ayudar a los sectores más perjudicados.

Esfuerzo de la sociedad

Por su parte, el vicepresidente del Gobierno, Pablo Zuloaga, ha asegurado que, aunque el aumento de contagios es alto y la presión hospitalaria no para de crecer, «Cantabria llega a esta segunda ola más preparada«, con inversiones en marcha en los hospitales públicos de la región y con la adopción de medidas desde el Ejecutivo, con el objetivo de frenar la curva de contagios y evitar un confinamiento total. Entre ellas, se ha referido a la celebración de eventos deportivos sin público que ha fijado Salud Pública y a «la parada del deporte escolar».

Zuloaga ha destacado, además, «el esfuerzo de la sociedad de Cantabria«, de los profesionales sanitarios y de las residencias de personas mayores desde que el 14 de marzo se declarara el primer estado de alarma debido a la crisis sanitaria. También ha valorado el esfuerzo de Salud Pública para frenar los contagios en Cantabria y ha llamado a la responsabilidad individual. «Para seguir adelante, tenemos que avanzar con responsabilidad«, ha asegurado el vicepresidente.

Reducir la movilidad y preservar el ámbito rural

Por su parte, el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, ha puesto en contexto el cierre perimetral de la comunidad autónoma, que entrará en vigor a las 00:00 horas y que supone que nadie podrá entrar ni salir de Cantabria, excepto por las causas tasadas recogidas en el Real Decreto 926/2020, por el que se declara el estado de alarma para contener la propagación de infecciones causadas por el SARS-CoV-2.

El consejero también se ha referido a la obligación del Ejecutivo regional de preservar a aquellos municipios que no tienen casos o presentan una incidencia muy baja. En este sentido, ha comentado que el 64% de los municipios de Cantabria, fundamentalmente en el ámbito rural, tienen menos de 10 casos activos.

«Si llevamos la infección COVID a estos municipios, que tienen una alta prevalencia de población mayor, seguramente habría que lamentar pérdidas humanas y se provocaría una mayor demanda asistencial en el ámbito hospitalario», ha pronosticado.

En relación con la posible aplicación de nuevas medidas en aquellos ayuntamientos que presentan una mayor incidencia de casos, Miguel Rodríguez prefiere esperar a conocer los efectos que produzcan en los próximos días las medidas establecidas por su departamento el pasado viernes 23 de octubre, complementadas con los decretos que determinan el tamaño de los grupos y la restricción de la movilidad en horario nocturno.

«Las medidas tienen que ser proporcionadas a cada situación«, ha recalcado, al tiempo que ha subrayado que las decisiones adoptadas en Cantabria se adelantan a posibles escenarios futuros.

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