Un equipo de investigación internacional, liderado por la profesora Miriam Cubas (Universidad de York-Universidad de Oviedo) y en el que participan los investigadores Pablo Arias (catedrático de Prehistoria de la UC) y Roberto Ontañón, ambos del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC), ha conseguido recuperar residuos orgánicos de las actividades culinarias en las vasijas usadas por las sociedades prehistóricas europeas de hace 7.500-5.500 años.
El estudio, cuyos resultados publica la prestigiosa revista “Nature Communications”, ha abordado el análisis químico de los restos de grasas de animales, cera de las plantas, aceites de pescado y resinas preservados en las cerámicas prehistóricas procedentes de 24 yacimientos situados entre Portugal y el Mar Báltico. Los datos obtenidos han permitido explorar los distintos usos de estos recipientes por parte de las comunidades neolíticas, reflejando una gran variedad, y particularmente su relación con las actividades agrícolas y ganaderas, el papel de los alimentos y su impacto en la dieta de esas comunidades.
También se revela que el consumo de lácteos en Europa era muy desigual entre las primeras poblaciones campesinas. La presencia de este tipo de productos se incrementa hacia la zona norte de Europa, la región atlántica francesa y las Islas Británicas. Los autores concluyen que estas diferencias pueden estar relacionadas con las diferentes actividades ganaderas, con una mayor presencia del ganado vacuno en el norte y una ganadería centrada en las ovejas y las cabras en el sur de Europa. En la Península Ibérica, estas prácticas culinarias reflejan una importancia de los recursos cárnicos procedentes de los animales domésticos -oveja y cabra- que se introducen en esos momentos.
Ausencia de alimentos marinos
Se trata de una de las comparaciones regionales más amplias que se han publicado hasta el momento sobre el uso de la cerámica durante la Prehistoria. Uno de los hallazgos más sorprendentes es la ausencia de alimentos marinos en las cerámicas documentadas, incluso en yacimientos arqueológicos situados en zonas de costa, donde estos recursos están claramente disponibles. Una excepción es la zona del Báltico, donde tanto los recursos lácteos como los alimentos de procedencia marina fueron preparados en la cerámica.
“Nuestro estudio ofrece una amplia comparación regional sobre el uso de la cerámica durante la Prehistoria, ofreciendo más información sobre cómo vivieron los grupos humanos durante este proceso de cambio tan trascendental que supuso la introducción de la ganadería y la agricultura”, explica Miriam Cubas. La autora principal del artículo se formó en la UC y ha sido investigadora del IIIPC durante muchos años.
“Las diferencias respecto a la frecuencia de aparición de los productos lácteos podrían ser importantes para la comprensión de la evolución de la tolerancia a la lactosa en los adultos en Europa. Hoy en día, las mutaciones genéticas que permiten a los adultos digerir la lactosa presente en la leche tienen una mayor presencia en la zona noroeste de Europa que en las regiones del sur”, añade el profesor Oliver Craig, del Departamento de Arqueología de la Universidad de York.
Por su parte, el catedrático de la UC Pablo Arias señala que el estudio “muestra la complejidad de los sistemas adaptativos de las primeras sociedades campesinas de la fachada atlántica europea, que tuvieron que desarrollar sistemas agrícola-ganaderos específicos, en un medio muy distinto del que dio origen al Neolítico en Oriente Próximo”.
El equipo ha estado integrado por investigadores de la Universidad de York, la Universidad de Oviedo, la Sociedad de Ciencias Aranzadi, la Universidad Autónoma de Barcelona, el Instituto Max Planck, la Universidad de Cantabria, INRAP, el Servicio Regional de Arqueología de Normandía, el Servicio de Arqueología del Departamento de Calvados, la Universidad de Lisboa, UNIARQ, la Universidad de Santiago de Compostela, la Universidad de Rennes, el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social, la Universitat Rovira i Virgili, el Museu Arqueológico de São Miguel de Odrinhas y la Universidad de Barcelona.
Referencia a la publicación:
Cubas et al. 2020. Latitudinal gradient in dairy production with the introduction of farming in Atlantic Europe. Nature Communications. doi: 10.1038/s41467-020-15907-4.
Imagen: Comparación de la expansión del Neolítico en Europa y la composición isotópica de los ácidos grasos en las cerámicas de la fachada atlántica. A: Cronología de la aparición del Neolítico; B: Desviación típica de las fechas en A; C: estimación de la distribución espacial del valor del isótopo Carbono 13 en los ácidos grasos de la cerámica; los valores más negativos se asocian a las grasas derivadas de la leche; D: Desviación típica de los valores en C.