Cantabria no endurecerá, de momento, las restricciones por la pandemia del coronavirus, aunque el Gobierno regional ha preparado un paquete de medidas por si la situación empeora. Lo han anunciado así este miércoles en rueda de prensa el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, y el director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann. El primero ha indicado que la situación en Cantabria «no es buena, y aunque tiende a la estabilización» la nueva variante -cepa británica- «sigue su avance». Y el segundo aprecia «cierta ralentización» en la evolución de la pandemia, aunque «no nos podemos confiar».
Preguntado por posibles cambios en el toque de queda -que en Cantabria se aplica de diez de la noche a seis de la madrugada-, el consejero de Sanidad ha recordado que no es una competencia autonómica, sino nacional, enmarcada dentro del estado de alarma decretado en todo el país hasta mayo, aunque si el Estado da la opción de regularlo por debajo de las 22 horas, se valorará.
Así, la región fija ahora el límite inferior al margen inicial posible de la restricción de la movilidad nocturna, en una horquilla que va desde las diez hasta las doce de la noche.
De cara a la reunión que mantendrán esta tarde las comunidades autónomas con el Ministerio, si se plantea este asunto -no está en el orden del día, según Rodríguez-, Cantabria defenderá la posibilidad de regular el toque de queda antes de las 22 horas.