El presidente regional, Miguel Ángel Revilla, ha asegurado hoy que la autonomía de Cantabria es «irreversible para siempre» en declaraciones a los medios de comunicación en el Día de Cantabria en Cabezón de la Sal, la tradicional jornada de exaltación de las costumbres y tradiciones cántabras que este año se ha reconvertido en un homenaje al pueblo por su comportamiento durante la pandemia.
A pesar de la «sensación de tristeza» y el «bajón moral» que le produce la suspensión de la fiesta, tal y como se viene desarrollando desde hace más de 50 años, Revilla ha subrayado el «simbolismo» de la que, en su opinión, es la celebración más popular y con mayor arraigo de cuantas tienen lugar en la Comunidad Autónoma.
Además, ha reconocido el mérito de Cabezón de la Sal como promotor del proceso que culminó en 1981 con la aprobación del Estatuto de Autonomía de Cantabria, de la mano de su entonces alcalde, Ambrosio Calzada. «Aquí comenzó algo que es irreversible para siempre como fue recuperar el nombre de Cantabria y ser una comunidad autónoma en igualdad de condiciones con el resto de autonomías del Estado español, defensora de sus raíces pero fiel a la unidad nacional», ha señalado.
También se ha referido el presidente a las deudas históricas del Gobierno de España con Cantabria, que en estos momentos está «expectante» ante la adjudicación de los fondos de reconstrucción europeos anunciados para nuestro país, por valor de 140.000 millones de euros, la mitad de ellos en subvenciones a proyectos ligados a la transición digital y eclógica. En este sentido, ha afirmado que el Gobierno regional ya se ha puesto a trabajar en las propuestas que quiere presentar en el mes de octubre, entre las que se incluye el tren Santander-Bilbao, reivindicación para la que que cuenta con el apoyo del Gobierno vasco, y otras que podrían estudiarse de forma conjunta con Asturias para tener «más fuerza».
Según ha explicado, la consejera de Presidencia y Acción Exterior, Paula Fernández, ya ha realizado una primera consulta en Bruselas, que «ha entendido» el objeto de este planteamiento que posteriormente tiene que ser refrendado por el Gobierno de España. Revilla quiere buscar la unanimidad de las diferentes fuerzas políticas y sociales en torno a los proyectos que presente Cantabria a la convocatoria, misión en la que se volcará en los próximos meses.
Finalmente, sobre la situación de la pandemia, ha reiterado que la región está preparada para hacer frente a un posible repunte en el número de contagios como el que se está viendo en las últimas semanas y que el presidente achaca a la apertura de la movilidad en España. Asimismo, ha vuelto a insistir en el llamamiento a la responsabilidad de los ciudadanos, especialmente de los más jóvenes, así como en el mensaje de que la economía no se puede volver a parar.
Monolito en homenaje al pueblo cántabro e izado de banderas
Como consecuencia de la pandemia, la jornada se ha limitado en esta edición, la número 54, al descubrimiento por parte del presidente de un monolito en el Parque Municipal Conde San Diego en reconocimiento al pueblo cántabro «por su compromiso y solidaridad durante la pandemia de la COVID-19», tal y como recoge la inscripción.
Además, el jefe del Ejecutivo regional y el presidente del Parlamento, Joaquín Gómez, han izado las banderas de Cantabria y de España, respectivamente, al son de los himnos autonómico y nacional, interpretados por el grupo de gaitas ‘La Montaña’.
La crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha obligado este año al Ayuntamiento de Cabezón de la Sal a suspender las fiestas, si bien las instituciones implicadas en la organización del Día de Cantabria han decidido sustituir la tradicional jornada de exaltación de las tradiciones y costumbres populares de la Comunidad Autónoma por este sencillo acto homenaje en el que también han estado presentes, entre otras autoridades, el vicepresidente cántabro, Pablo Zuloaga; varios consejeros del Gobierno regional; representantes de todos los grupos parlamentarios y el alcalde del municipio, Víctor Reinoso, que ha intervenido para dar la bienvenida a los presentes.