La Federación Cántabra de Fútbol y la Consejería de Deportes van a poner en marcha una campaña contra la violencia en el fútbol, especialmente en el base, ante la preocupación de que los actos violentos «puedan ir a más».
Según un estudio del Comité de Árbitros, la pasada temporada ha habido menos actos violentos que la anterior, y los que traspasan la violencia verbal rondaron los 18, es decir, el 0,1% de los 18.000 partidos celebrados, mientras que se formularon dos denuncias.
Para atajar esta situación, la federación apuesta por la educación desde el fútbol base y espera «erradicar» al «100%» los comportamientos violentos en el fútbol cántabro
Con este propósito ha puesto en marcha la campaña ‘No violencia en el fútbol’, especialmente dirigida a los padres, en la que se colocarán 200 lonas en todos los campos de fútbol base y pabellones deportivos –la campaña contra la violencia se extiende a todos los deportes en general–, y se repartirán 5.000 dípticos también en los colegios.
Se trata de la primera medida de varias recogidas en el plan estratégico que va a poner en marcha la federación, a la que seguirá la próxima temporada la modificación del reglamento para añadir a las tarjetas amarilla y roja, una blanca, que incentivará las buenas conductas. Será para todas las categorías dependientes de la FCF, fundamentalmente para el fútbol base.
Así lo ha anunciado el presidente de la federación, Ángel Peláez, quien ha presentado la campaña, pionera en Cantabria, junto con el director general de Deportes, Mario Iglesias.
La campaña ha sido una propuesta de la FCF a la Consejería del área, que la ha apoyado, y pretende erradicar la violencia en todos los deportes, aunque especialmente en el fútbol, porque es donde más se produce por el elevado número de competiciones.
Peláez ha asegurado que habitualmente hay «pocas situaciones de tensión» en el fútbol, pero en ocasiones «la crispación de fuera del campo se traslada adentro», como avala el hecho de que ésta aumenta en tiempos de crisis económica. «Parece que trasladamos los problemas económicos al campo», ha observado.
Además, ha comentado que el fútbol «parece atraer más este tipo de comportamientos» violentos, sobre todo en Primera y Segunda División, donde hay «grupos más radicales», si bien este año ya han comenzado a expandirse a Tercera.
En este sentido, el presidente ha censurado que hay quien entiende el fútbol «como la focalización de sus odios y eso no puede ser». «Es poner verde para ver si saco ventajas y además en casos con ideologías muy extremistas, cuando al fútbol se tiene que ir a disfrutar».
Por eso, en su opinión, «cuanto primero en el tiempo erradiquemos esa violencia», más se reducirán este tipo episodios, que en muchas ocasiones tienen como protagonistas a los padres.
«Vemos en los campos a niños de 8, de 10 años y se producen situaciones muy tensas entre padres y esto es lo que se intenta erradicar. Porque si se les educa desde pequeños, llegará un momento en que no tengan esa cultura ni esa realidad», ha señalado.
El estudio del Comité de Árbitros indica que en ocasiones, en el fútbol base, el comportamiento de los padres «no es el más correcto», puesto que los niños sufren «demasiada presión». «Un niño de 10 años no debería competir sino pasarlo bien», ha sostenido Peláez, que es partidario de priorizar la formación sobre las competiciones por lo menos hasta la categoría de alevín pero «las pautas nos las indican las federaciones nacionales».
Por otra parte, Peláez ha avanzado que otra de las medidas recogidas en el plan estratégico es la promoción del fútbol femenino con una campaña en colegios.