El tradicional servicio de ventanilla tiene los días contados en la banca. La sofisticación de los cajeros automáticos de algunas entidades, que permiten realizar cualquier operación, unido al intensivo y creciente uso del canal online para las transacciones básicas por parte de los clientes ha animado a algunos bancos a eliminar este servicio de las sucursales de última generación. La medida afecta de momento a unas 950 sucursales, una parte residual de la densa red de oficinas que la banca tiene desplegada en España.
En estas oficinas está casi o totalmente restringida toda la operativa que implique movimiento de dinero. Es decir, no se pueden hacer ni ingresos ni retiradas. Tampoco pago de recibos, ni de multas, ni de impuestos, ni cambio de divisas. De esta manera, los empleados pueden estar dedicados al 100% a labores de asesoramiento personalizado y de venta de los productos que dejan mayor margen comercial, como los fondos de inversión y los seguros. Estos puntos de venta también atienden al público por las tardes, normalmente hasta las 18.30 horas y con cita previa.
CaixaBank aplica esta forma de hacer banca en sus 405 sucursales store. En estas sucursales, si el cliente necesita pagar un recibo o retirar efectivo lo puede hacer siempre y cuando sea en el cajero automático. Este tipo de oficinas cuenta con un mayor número de máquinas que el resto y, además, están dentro del establecimiento.
El banco catalán apuesta fuerte por este modelo de sucursal. Su próximo objetivo es elevar su número hasta las 600 de aquí a finales de 2020. CaixaBank, con 4.916 sucursales, tiene la mayor red bancaria de España.
Restricciones
Las 500 oficinas Smart Red de Santander cuentan con un servicio de caja tan restringido que prácticamente es inexistente. Su personal sólo admite reintegros de dinero siempre y cuando superen los 600 euros. El pago de recibos está circunscrito de 9 a 11 horas para clientes y a apenas hora y media dos días semanales para no clientes.
Según la entidad, un 25% de los clientes entre 35 y 65 años utiliza este servicio y cada año desciende más. Santander subraya que el 43% de los 7.500 cajeros que tiene desplegados en territorio español es capaz de realizar cualquier tipo de operación del servicio de ventanilla. Eso incluye la contratación de préstamos preconcedidos.
BBVA ha sido el último en sumarse a esta moda, aunque su caso es un poco diferente. La retirada del servicio de caja no afecta a las sucursales de última generación que está abriendo, sino a las oficinas más pequeñas. Según la entidad, la medida sólo afecta por ahora a 40 sucursales y todas ellas tienen dentro de un radio de acción de 500 o 1.000 metros una oficina más grande que sí cuenta con este servicio.
El personal que trabaja en las sucursales de asesoramiento cobran un plus anual por realizar estas labores por la tarde, algo que está fuera del horario regulado que está en convenio.
Santander paga una compensación de 3.500 euros anuales a los empleados por trabajar cien tardes al año, a una media de dos tardes semanales, según las condiciones acordadas por la dirección con los sindicatos.
En el caso de CaixaBank, la remuneración extra pactada asciende a 4.000 euros anuales más un ticket de comida de 11 euros. En este caso, también, el trabajador debe comprometerse a trabajar dos tardes semanales. Los directivos cobran un plus de 2.000 euros anuales. Normalmente, las plantillas de estas sucursales se cubren con voluntarios.