El Banco Santander promete rebajar 1.000 millones sus gastos netos en la UE. La entidad aspira a elevar hasta seis puntos porcentuales su eficiencia en tres años.
Santander no provocó exclamaciones de sorpresa durante la presentación ante analistas, en Londres, de su plan estratégico para los próximos tres ejercicios. La entidad presidida por Ana Botín cumplió con lo esperado, reafirmó los objetivos de rentabilidad anunciados en enero y concretó sus planes.
La reducción de costes será una de estas palancas clave, ya que la entidad se compromete a mejorar su eficiencia un máximo de seis puntos porcentuales, llegando así hasta una ratio cost to income (gastos respecto a ingresos) de hasta el 42%, frente a la eficiencia actual, situada en el 48%. «Honestamente, es un objetivo ambicioso», explica un responsable de una casa de análisis presente ayer en la presentación.
Los negocios del Viejo Continente serán el principal eje sobre el que girará la estrategia de reducción de costes del banco. El uso de las nuevas tecnologías y la digitalización, sumados a otras posibles palancas, permitirán rebajar los gastos netos de Santander en Europa unos 950 millones de euros, lo que equivale a un 10% de toda su base de costes en la UE.
Parte de estos ahorros se generarán gracias a 250 millones en nuevas sinergias adicionales logradas en Popular, que «está empezando a parecer la compra del siglo», según un analista de un banco de inversión londinense que acudió a la presentación.
La franquicia europea de Santander tratará de reducir costes y aumentar su rentabilidad ganando escala gracias a la digitalización y extendiendo su banco 100% online (Openbank) a nuevos países como Holanda, Alemania y Portugal, todos ellos este año. La filial aspira, durante la vigencia de este plan estratégico trianual, a duplicar su base de clientes hasta llegar al entorno de los dos millones.
Un banco latinoamericano
Santander se comprometió ante los inversores a incrementar su presencia y base de clientes en Latinoamérica, un mercado que el banco considera como propio («somos el banco Latam», aseguró la presidenta, Ana Botín, en su presentación) y que goza de varias ventajas desde el punto de vista de la entidad cántabra.
Una de las principales ventajas es la escasa bancarización de la población de los países de Latinoamérica en relación con otras áreas geográficas más desarrolladas. En un continente con unos 600 millones de habitantes, todavía existe una población de alrededor de 200 millones de personas que no acceden a servicios bancarios. Y Santander quiere aprovechar esta oportunidad, especialmente en el segmento de clase media, que ya lo forman unos 60 millones y crecerá un 20% durante la próxima década, según los cálculos del banco.
Latam es «una región con crecimiento estructural y alta y creciente rentabilidad», asegura Santander. Frente al ROTE del 19% alcanzado por el banco en la región durante el año pasado, el compromiso de la entidad es elevarlo y posicionarlo entre el 20% y el 22% en el medio plazo.
¿Cómo logrará Santander estos objetivos? Básicamente, ganando cuota de mercado (actualmente en el 12%), incrementando su porcentaje de usuarios «leales « desde el 28% de finales de 2018 hasta un 31% en 2021 y ganando unos ocho millones de clientes digitales. Además, también aspiran a colocar al banco en el top tres de satisfacción en todas sus filiales y esperan rebajar su ratio de eficiencia desde el 38% hasta el 33-35% durante el desarrollo de este plan.
Fuente: Expansión.