Madrid es la región que demandó más empleo en plena crisis del coronavirus, a pesar del desplome laboral que supuso la declaración del estado de alarma.
Según los datos que maneja la consultora Adecco, en los dos primeros meses de confinamiento (del 15 de marzo al 15 de mayo), las vacantes laborales ofrecidas por las empresas ubicadas en la Comunidad de Madrid se desplomaron un 72%, una caída ligeramente superior al promedio nacional (70,4%), pero inferior a las registradas por Cataluña (77%), el País Vasco (74%) o Baleares (82%).
En concreto, en esos dos primeros meses de estado de alarma la región madrileña tenía disponibles casi 17.200 ofertas de empleo, el 24,9% de las contabilizadas en el conjunto del país. Dicho de otro modo: a pesar del desplome laboral provocado por el parón de la actividad y el confinamiento, Madrid representaba una de cada cuatro vacantes de España, lejos del 17,7% de Cataluña y del 11,1% de Andalucía. Con estas cifras sobre la mesa, el estudio habla de “un protagonismo indiscutible de Madrid como motor de la creación de ofertas de empleo en nuestro país”.
No obstante, Madrid ha perdido peso en las ofertas de empleo, igual que Cataluña (el año pasado supuso casi un 23% de las vacantes, frente al 17,7% actual), mientras que otras regiones como Andalucía, Comunidad Valenciana o Castilla y León han ganado cuota en el mercado laboral nacional. La mayoría de las regiones ganan peso en las vacantes disponibles, salvo Madrid, Cataluña, Cantabria, Asturias y Baleares, que caen, y Navarra, que se mantiene estable.
En lo que sí coinciden todas las regiones es en el tipo de sectores se vieron más afectados por el hundimiento de las ofertas de empleo. Los peor parados de la lista son la hostelería y el turismo (-90,2%), consultoría (-87,9%) y las industrias del automóvil (-85,4%) y el metal (-84,6%) así como la distribución mayorista (-84,6%). En cambio, las empresas de mensajería dispararon las ofertas de empleo y con un crecimiento superior al 150% interanual en el número de vacantes disponibles, señal del tirón de las compras online.
También ha sido común la puesta en marcha de los ERTE como alternativa a la reducción de plantilla, tras la flexibilización anunciada por el Gobierno. Según Adecco, al menos seis de cada 10 empresas encuestadas se habían acogido a algún ERTE antes de junio de 2020, siendo la tipología más común la suspensión total de una parte de la plantilla (43%). No obstante, la cifra varía en función de la actividad de las empresas, y destaca sobre todo la construcción, que se corona como el sector más beneficiado de la medida, seguido del industrial (74,1%) y los servicios (61%) entre las principales beneficiarias de la medida.
Por otro lado, el estudio de la consultora de RRHH también explica que los factores que están mermando las ofertas de trabajo por parte de las empresas han cambiado en los últimos meses. Si antes del estallido de la pandemia las principales dificultades para contratar estaban en el desajuste entre la oferta de profesionales y las necesidades y cualidades de los puestos disponibles, así como en encontrar y retener el talento, los nuevos obstáculos están vinculados con los efectos de la pandemia y el terreno político.
“Las repercusiones económicas derivadas de la crisis sanitaria (59,5%), el estado general de la economía (38,7%) y la incertidumbre política (27,3%) son las dificultades a las que más temen las empresas en el actual contexto laboral, un escenario muy diferente del que se vivía en febrero de 2020”, aclara Adecco.
De hecho, tanto empresas como profesionales se muestran pesimistas sobre el futuro económico de España en lo que resta de año, aunque confían en una mejora de cara a 2021. El mercado, no obstante, aplaza la recuperación de la economía hasta niveles precovid al menos hasta 2022.