El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha destacado que Altamira y el Museo del Prado son «dos joyas de nuestro patrimonio» que constituyen, además, «un ejemplo» de cooperación público-privada, el modelo de colaboración que «más podemos aportar en los tiempos que vivimos».
Así lo ha afirmado este martes en Santillana del Mar, localidad cántabra que alberga el Museo Nacional y Centro de Investigación creado junto a la cavidad famosa por sus pinturas rupestres y que este mes alberga también una obra de la pinacoteca madrileña con motivo de la conmemoración de su bicentenario.
En este lugar, el jefe del Ejecutivo ha manifestado que hace más de 35.000 años los seres humanos vivían en cuevas y ha evidenciado al respecto que «el mundo ha cambiado radicalmente, aunque aún sigue habiendo personas que echen de menos las cavernas«.
Tras visitar la réplica de la gruta original, conocida como la ‘capilla sixtina’ del arte Paleolítico y las instalaciones anexas -que exhiben hasta el día 31 el cuadro ‘La caza de Meleagro‘, de Nicolás Poussin- Sánchez ha subrayado que ambos museos «forman parte de lo público, pero se ven complementados y mejorados por la sociedad civil, por las empresas y por las instituciones que siguen creyendo en el valor social de la cultura».
A su juicio, éste es «el camino del futuro» y en el que «habrá que seguir profundizando«, y ha agregado a continuación que «inversión, responsabilidad y talento» son los «ejes de una buena gestión del patrimonio artístico».
En su segundo viaje a Cantabria en poco más de un mes, el presidente del Gobierno ha visitado la neocueva de Altamira, que acoge uno de los conjuntos artísticos «más importantes» de la Prehistoria, con unas pinturas que «estremecen» por su «belleza», «humanidad» y «poder de evocación», según ha resaltado.
Y además, este mes alberga la obra de Poussin con motivo del proyecto ‘De gira por España’, organizado para celebrar el bicentenario de El Prado y basado en el préstamo de algunas pinturas de especial relevancia de su colección a diferentes pinacotecas de toda España.
Para el también secretario general del PSOE se trata de un proyecto «extraordinario» que «alienta el diálogo» entre el arte y el «encuentro simbólico» de artistas alejados en el tiempo, como los hombres prehistóricos y el pintor francés en este caso, a través de un cuadro que también representa escenas de caza, como las dibujadas en el interior de Altamira.
«En el arte el progreso no existe» en el sentido de que «lo esencial no ha cambiado», ha considerado el presidente. Además, en su opinión, la iniciativa de El Prado hace que el «arte viaje» hasta los ciudadanos y se muestre ante ellos como algo «cercano y accesible», lo que contribuye a la difusión del patrimonio y la cultura, ha agregado.
Por todo ello, Pedro Sánchez ha hecho una «reivindicación entusiasta» del valor de lo público, más ante estas «dos joyas -Altamira y El Prado- de nuestro patrimonio común que han resistido los embates del tiempo y que están a disposición de la ciudadanía gracias fundamentalmente a la acción del Estado», pero que constituyen además «un ejemplo» de colaboración público-privada.