Una pareja de la Guardia Civil irrumpió el pasado miércoles, a media tarde, en el Bar Setién de San Roque de Riomiera. Los agentes alertaron al dueño de que no se podía comer ni consumir en el interior, como se estaba haciendo y se marcharon. Todo quedó en eso hasta que, al día siguiente, identificaron a varias personas en San Roque, Villacarriedo y Vega de Pas como los participantes en un festín navideño «entre amigos» en el interior de ese restaurante. Una comida que contraviene las actuales restricciones contra el covid aprobadas por el Gobierno. Entre ellas, la prohibición de consumir en el interior de los locales. Entre los participantes en ese encuentro hay varios cargos del PRC y PP: el alcalde de Villacarriedo y exdiputado regionalista, Ángel Sainz; el alcalde popular de San Roque, Antonio Fernández, y los exalcaldes regionalistas de San Pedro de Romeral y Vega de Pas, Pedro Gómez y Víctor Manuel Gómez, respectivamente, entre otros.
«Había más de 12 personas seguro, pero hablan de 17 o 18», relató un vecino de San Roque de Riomiera, testigo del momento en que la Guardia Civil intervino el miércoles por la tarde en Casa Setién para advertir a sus dueños que no podían ofrecer consumiciones en el interior. Dentro del bar algunos paisanos jugaban a las cartas mientras que en el comedor había una camarera atendiendo y gente sentada a las mesas incumpliendo la normativa contra el covid.
Uno de esos vecinos que vio lo ocurrido fue Javier Vélez, un concejal del PP de San Roque. «Los vi allí y me parece una falta de educación y de respeto por los demás, no sé como se pueden hacer las cosas tan mal», censuró.
Brote pasado
Este incidente cobra especial gravedad por el brote tan duro de covid que padeció San Roque de Riomiera en septiembre, del que no se libró entonces ni el alcalde que estaba sentado a esa polémica mesa (Antonio Fernández) y que, hasta el momento, no ha atendido las llamadas realizadas por parte de éste periódico para explicar su versión.
Vélez no fue el único testigo de la escena, mucha más gente lo vio todo porque el comedor «se ve desde la barra», por lo que la polémica comida de los alcaldes se ha convertido en el chascarrillo de todos los valles pasiegos. «Si lo hacen mal que se atengan a las consecuencias», valoró Vélez que criticó con dureza a su propio compañero de filas, el alcalde de San Roque.
«Lo que ha dicho Vélez es totalmente cierto, estaban todos ellos allí y había diez, doce o más», corroboró otro vecino del lugar, que evitó dar su nombre pero que también identificó a los mismos comensales y situó allí a una camarera que estaba sirviéndoles en la mesa con el comedor abierto.
La versión de los alcaldes y exalcaldes aludidos sobre los sucedido tiene matices. Sí reconocen que estaban allí, pero dicen que solo se reunieron seis y que se trataba de «una comida particular a puerta cerrada» en el comedor del restaurante porque fueron invitados por el dueño del local, amigo de la cuadrilla.
Aunque admiten que, seguramente, «fue un error, tal y como están las cosas», no tienen la sensación de haber cometido un delito. «Yo ya le dije ayer al guardia cuando me vino a pedir el carné que había ido a una comida privada, no a un restaurante. No sabía ni quién iba a ir, a mí me invitó el dueño y sí fue en el comedor, pero a puerta cerrada, como si fuese un domicilio particular. Por eso éramos solo seis», explicó a éste periódico el exalcalde de Vega de Pas, Víctor Manuel Gómez Arroyo, quien dejó claro que él ya no ostenta ningún cargo en el PRC.
«Comida de amigos»
«Si hemos hecho algo mal nos pondrán una sanción, pero no he sido consciente de hacer algo mal», argumentó. «El bar estaba abierto sí, eso es verdad, pero el comedor no, en el comedor estábamos nosotros solos» insistió. Del mismo modo, el exalcalde de San Pedro de Romeral, Pedro Gómez, corroboró la versión del exedil pasiego e insistió en que era «una comida de amigos» y que solo fueron seis. También alegó que les atendió el mismo dueño del bar, no había camarera en esta versión.
Independientemente del número de personas que se sentaron a la mesa, la versión que corría ayer en el pueblo es que cuando llegó la Guardia Civil varios de estos responsables se escondieron en unas dependencias del local. Por eso, los agentes sólo apercibieron a los propietarios de que no se podía consumir en el interior. La propia benemérita confirmó a éste periódico que habían realizado esa intervención y que se les aplicaría «la legislación vigente». Horas después de aparecer por el bar, estos mismos agentes empezaron a pedir los carnés de identidad puerta a puerta en San Roque de Riomiera, Villacarriedo y Vega de Pas para identificar a los comensales.
«Ha sido un error y lo siento mucho, no volverá a ocurrir»
El alcalde de Villacarriedo y exdiputado regional por el PRC, Ángel Sainz, se mostraba ayer muy arrepentido por haber acudido a la polémica comida la víspera de Nochevieja, justo cuando el Gobierno regional endurecía las medidas restrictivas para frenar los contagios. Sainz, cuyo municipio ha sido un foco fuerte de infección, reconocía que se había equivocado aunque también insistió, como sus compañeros, en que «el restaurante estaba cerrado» y en que era «una comida de amigos». Asimismo, confirmaba que él era una de las personas que había identificado la Guardia Civil este jueves. «Lo he valorado, es un error y lo siento mucho, por mi parte no van a volver a ocurrir estas cosas», afirmaba. «No tenía que haber ido y pido disculpas a todo el mundo, de verdad que lo siento», apostillaba.
El «error» del regidor fue criticado duramente por el PP de Villacarriedo, cuyo portavoz, José Manuel López Revuelta, llamaba públicamente al alcalde a «cumplir con la responsabilidad sanitaria» y, dando por buena la versión de que los comensales se ocultaron a la llegada de los agentes, le afeó a Sainz que se escondiese «cual delincuente por cualquier rincón-gallinero del restaurante». También le invitó a «predicar con el ejemplo», y censuró su supuesto desliz mientras que la hostelería de Villacarriedo cumple con la norma «y está semicerrada».
Fuente: eldiariomontanes.es / edición sábado 3 de enero de 2020 /Imagen de archivo.