“Para Santander es un orgullo recibir este premio ya que la ciudad está muy comprometida con las labores de prevención e intervención frente al acoso escolar”. Así se expresaba hoy el concejal de Familia y Servicios Sociales de Santander, Alvaro Lavín, tras recibir, de forma simbólica, el premio otorgado por la FEMP en el V Concurso de Buenas Prácticas Municipales en la Prevención e Intervención frente al Acoso Escolar al programa TEI (Tutorías Entre Iguales).
El acto de entrega de premios se ha desarrollado de forma telemática y ha consistido en una jornada de buenas prácticas en la que, además de los galardones, se ha hecho una presentación de los programas premiados por parte de cada Ayuntamiento.
Así, Santander ha participado en la mesa de diálogo dedicada a los programas premiados en la categoría de prevención e intervención frente al acoso escolar en municipios de más de 20.000 habitantes y en la que también han estado presentes representantes de los Ayuntamientos de Avilés, Conil de la Frontera, Molina de Segura y Rivas-Vaciamadrid.
Lavín, que ha seguido el acto de forma telemática, ha reconocido que esta distinción supone el “reconocimiento y visibilidad” al esfuerzo y trabajo desarrollado en la ciudad en este ámbito.
“Nos sentimos especialmente orgullosos de este programa y por eso nos hemos comprometido a seguir potenciándolo porque es clave para la ciudad, porque la ‘tolerancia cero’ contra la violencia, el abuso y el maltrato debe imperar como un rasgo primordial de las relaciones entre todos los vecinos de Santander”, ha asegurado.
Tal y como ha recordado, el proyecto ‘Tutorías Entre Iguales’ se desarrolla en diferentes colegios de la ciudad para generar alianzas entre los propios escolares que favorezcan su autoestima y disminuyan su inseguridad, contribuyendo así a generar un clima de convivencia en las aulas que haga posible evitar los conflictos e integre en los centros la filosofía de tolerancia cero al acoso.
Este programa -que implica a toda la comunidad educativa- tiene como objetivo mejorar la integración escolar y trabajar por una escuela inclusiva y no violenta, fomentando que las relaciones entre iguales sean más satisfactorias.
Esta iniciativa, liderada por su creador, Andrés González Bellido y coordinada en Cantabria por el decano del Colegio de Psicólogos Francisco Javier Lastra Freige y el director del colegio público Quinta Porrúa, José Villasante, apuesta por la modificación del clima y la cultura del centro respecto a la convivencia, conflicto y violencia (física, emocional o psicológica).
De esta forma, son los propios alumnos los que establecen alianzas entre ellos que les ayuda a favorecer su autoestima y disminuir su inseguridad, contribuyendo a generar un clima de convivencia en las aulas que haga posible evitar los conflictos.
Sobre el Programa TEI
Está basado en la tutorización emocional entre iguales, el respeto, la empatía y el compromiso; se desarrolla a través de la concejalía de Servicios Sociales en colaboración con La Caixa; se está llevando a cabo desde el curso escolar 2018-2019 y, actualmente, cuenta con la participación de 10 centros educativos en la ciudad, y su objetivo a medio-largo plazo es convertir a Santander en una ciudad TEI.
Hay tres equipos de trabajo, investigación y evaluación que tienen como objetivo el desarrollo y la innovación del programa, ubicados en el ICE de la Universidad de Barcelona, en la Universidad de Santiago de Compostela y en la Universidad de Alicante, donde se encuentra el Equipo de evaluación y desarrollo.
El programa TEI inició su desarrollo teórico y estructural en el año 1999 a partir de la idea original de Andrés González Bellido; y su aplicación en centros educativos en el curso 2002-2003.
Actualmente es el programa de mayor implementación a nivel español (por centros que lo aplican, por profesorado formado y por alumnos implicados) y uno de los primeros a nivel mundial. Más del 98% de los centros que han iniciado su desarrollo lo siguen aplicando.
Busca sensibilizar a toda la comunidad educativa sobre los efectos de la violencia, concienciar sobre las causas de la violencia e informar sobre las consecuencias personales, sociales y educativas.
Igualmente, pone el foco en los procesos de integración de los alumnos en favor de una educación inclusiva y empoderar al alumnado, como sujeto dinámico de la convivencia, en la prevención de la violencia.