Solares, Torrelavega, San Vicente de Toranzo, Gama/Santoña, Villacarriedo, Ramales de la Victoria y Santander
Cantabria cuenta en estos momentos con un total de 573 casos de enfermedad hemorrágica epizoótica y 76 fallecimientos, sobre un censo de 34.409 animales. El brote, que afecta en su totalidad a ganado vacuno de carne, se manifiesta en más de una treintena de municipios ubicados en las comarcas de Solares, Torrelavega, San Vicente de Toranzo, Gama/Santoña, Villacarriedo, Ramales de la Victoria y Santander.
El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, Pablo Palencia, ha destacado que el número de nuevos casos sigue disminuyendo en Cantabria después de acumular tres días consecutivos con descenso: sábado y domingo (83) y lunes (32) frente a los 112 del pasado viernes. Además, el número de comarcas afectadas no se ha visto incrementada.
No obstante, ha hecho un llamamiento a no bajar la guardia y a mantener las medidas estrictas de bioseguridad, higiene, asilamiento y control de movimientos y ha recordado que el Gobierno de Cantabria mantiene vigentes las restricciones que impone el Plan Nacional Zoosanitario, de tal manera que se limita el movimiento de los animales en toda la región y se seguirán implementando medidas de desinfección del transporte de animales.
Además, es obligatorio que los ganaderos cuenten con el certificado veterinario de desinfección de animales y de sus medios de transporte en vigor, así como el certificado veterinario de animales con síntomas.
Ante esta situación, es preciso que los ganaderos extremen los cuidados y pongan en marcha actuaciones de prevención en ganaderías y medios de transporte, así como evitar el desplazamiento de animales o importar de zonas donde ya hay casos confirmados. Se recomienda a ganaderos y ayuntamientos que, en la medida de lo posible y para contribuir a evitar la propagación de la enfermedad, no celebren ferias ni concentraciones ganaderos y que aquellos que detecten en sus animales síntomas compatibles con esta enfermedad se pongan en contacto con los veterinarios.
Por otro lado, la Consejería sigue con la programación de cursos de bioseguridad agraria para los ganaderos de las comarcas afectadas y alrededores con el fin de frenar la propagación de esta enfermedad y aislar el foco. En concreto, los técnicos veterinarios de la Consejería iniciaron la semana pasada charlas informativas y cursos de formación para los titulares de las explotaciones ganaderas con el fin de implementar medidas higiénico-sanitarias durante las próximas semanas.
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