Los ciudadanos tenemos derecho a la vida, derecho a la libertad y derecho a la propiedad, a partir de esto se ha creado un monstruo en donde minorías combatientes presionan para convertir sus interese en derechos.
Esta proliferación de grupos de interés tienen su origen con la caída del socialismo real, simbolizado por el derribo del muro berlinés que dio paso al descubrimiento, para algunos, del criminal comportamiento del régimen, entonces buscaron algo a lo que aferrarse para continuar en la vida pública sin decir que eran comunistas. Fue así como el medio ambiente se convirtió en su primera tabla de salvación, obviando con el máximo cinismo que fueron bajo sus regímenes cuando se hizo desaparecer el mar de Aral o reventar Chernovil, también los que crearon campos de reeducación para lo que hoy conocemos como movimiento LGTBI, mientras seguían extendiendo su actividad y presencia a los grupos animalistas, los defensores de rentas universales que tienen que pagar otros, los diletantes amigos de la bicicleta o los de la kultura y tal.
Estos movimientos, legítimos per se, han sido colonizados cuando no secuestrados por quienes más los destrozaron durante el siglo XX, los mismo que ahora asumiendo respetos mal entendidos se muestran contrarios al consumo de salchichón. Para no ofender, claro…
Esta segmentación de la praxis política que obvia una visión amplia y global, la que hace avanzar de forma homogénea los países, se encuentra ahora con otro frente abierto , el decrecimiento , anidando en los interiores de una Unión Europea empeñada en suicidarse públicamente.
Patrimonializar unas banderas de grupos que alejándoles continuamente de la realidad del común les lleva a estar ausentes de un modelo en libertad para todos, centrándose en minorías cautivas capaces de ideologizar hasta el sistema métrico decimal, en busca de implantar un estado niñera al que se sobrecarga con derechos que no son tales, son deseos de estos grupos extractivos aparentando que atienden, sobre todo con el grial de las subvenciones, mientras que los destinatarios de lisonjas y dineros les asignan el papel de amigos únicos de esas «sensibilidades», en donde la primera batalla es la del legnuaje para revertir la realidad conforme sus deseos permitiéndoles señalar a todo aquel que no se someta al neolenguaje impuesto por estas minorías, mientras que la apropiación de estos pensamientos les lleva al alejamiento de la realidad como una mentira en persecución de la siguiente, por muy jaimitada que esta sea.
La realidad es que todo esto a dado lugar a la aparición de minorías muy militantes que viven de ello merced a las subvenciones, se convierten en «grupos de presión» para tiranizar a la opinión pública, evitar que se les fiscalice y verifique su modus vivendi por medio de orquestadas campañas de acoso sobre quien se atreva a contradecirles y que han tenido la indudable capacidad de crear marcos mentales que producen adhesiones compulsivas, sirviendo de asidero a desencantados del socialismo y comunismo.
¿Principales perjudicados? la calidad democrática, que vicia el debate político llevado a una postura que se resume : No quiero entender o debatir, lo que quiero es que mi identidad, mi creencia, se imponga sin que nadie se atreva a contradecirme. Si lo hace inicio los trámites para su muerte civil.
Autor: Alfonso del Amo-Benaite. Consultor de Mercados & Marketing.