La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha pedido a sus consejeros un informe de situación de cada una de las consejerías para conocer el estado actual de los diferentes departamentos y tener así los instrumentos necesarios para comenzar a tomar decisiones y aplicar su programa de gobierno, centrado en el impulso de la economía y en la gestión eficaz y eficiente de los recursos públicos.
En la primera reunión del Consejo de Gobierno, los miembros del Ejecutivo de Buruaga han puesto en común las impresiones que han tenido tras los traspasos de cartera que han realizado con sus predecesores. También han avanzado en el diseño de la estructura de las diferentes áreas gubernamentales, con el objetivo de que las segundas líneas (directores y secretarios generales) tomen posesión cuanto antes, si es posible, la próxima semana.
Este es el deseo de la presidenta, que confía en la capacidad de los consejeros para rodearse de perfiles cualificados para ocupar estos puestos y conformar los mejores equipos para trabajar de forma transversal y coordinada al servicio de los intereses de Cantabria.
«Se trata no solo de formar un Gobierno, sino un equipo de gobierno, porque esa es la noción fundamental: trabajar en equipo, funcionar en equipo y conseguir resultados en equipo», ha señalado.
Los siguientes pasos en este proceso organizativo son la elaboración y publicación del decreto de estructura de cada consejería y, a continuación, el nombramiento y toma de posesión de los órganos directivos de los respectivos departamentos.
Finalmente, la presidenta Buruaga ha destacado la motivación y las ganas que tienen todos y cada uno de los consejeros de empezar a trabajar en el proyecto del cambio que han elegido los cántabros, un proyecto que -ha recordado- busca «construir la Cantabria de las oportunidades para todos» y que pivota en torno al «contrato» asumido con los ciudadanos: «economía y buen gobierno al servicio de las personas».
Ha sido una primera reunión de coordinación del Consejo de Gobierno y se ha celebrado, precisamente, el día en el que culmina el traspaso de poderes entre los consejeros entrantes y salientes.