La Inspección de Trabajo y Seguridad Social ha sido tajante: el centro de recepción de visitantes de la cueva de Covalanas, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y situada en Ramales de la Victoria, presenta una gran cantidad de humedades en las paredes, que hay que eliminar mediante la impermeabilización, reparación de paredes, techos y estructura en general y ha tipificado la infracción como grave.
De ahí que el organismo requiere a la Consejería de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria a establecer, en un plazo máximo de cuatro meses, tienen de plazo hasta el próximo 1 de septiembre, las disposiciones mínimas de seguridad y salud en el lugar de trabajo y a implantar medidas preventivas y correctivas que reduzcan y eliminen el nivel de riesgo causado por dichas humedades. En caso de que no solucionen los problemas existentes a fecha de 1 de septiembre, se decretará el cierre del centro.
La Inspección de Trabajo y Seguridad Social da la razón de esta manera a la denuncia presentada por la Sección Sindical de Comisiones Obreras (CCOO) en la Sociedad Regional de Cultura y Deporte, que aludía a la situación de disconfort ambiental en este centro de trabajo, que a su vez es centro de visitantes, taquilla y baños, al tener filtraciones de agua y existir moho en toda la pared del centro.
“Enviamos en varias ocasiones escritos a la empresa solicitando el arreglo de este centro pero, sin embargo, han hecho siempre oídos sordos. Aquí lo que está en juego es tanto la seguridad y la salud de las personas que trabajan en este centro como la de los ciudadanos y ciudadanas que la visitan, pues las dependencias son comunes”, ha relatado Delia Carbajo, delegada de CCOO en la Sociedad Regional de Educación, Cultura y Deporte.
Para Carbajo, “los responsables políticos no pueden jactarse de tener unas maravillosas cuevas prehistóricas y un patrimonio Mundial por la Unesco de incalculable valor y, sin embargo, tener las dependencias anexas, es decir, los centros de trabajo y de recepción de visitantes, descuidados y con un aspecto tercermundista. Todo esto además de ser un riesgo para la seguridad y la salud de las personas, da una muy mala imagen de dejadez, suciedad y abandono”.
Por todo ello, CCOO ha apuntado que seguirá vigilante y no parará de denunciar estas situaciones de riesgo hacia los y las trabajadoras porque no va a permitir que se juegue con su seguridad y salud. En este sentido, ha subrayado que continuarán tajantes exigiendo a la Consejería y al Gobierno de Cantabria en general que actúe ante las deficiencias que se observen en los centros de trabajo y les ha emplazado a dar solución a las humedades existentes para que no cierren el centro en septiembre.
“Al ser una infracción grave debe solucionarse en un plazo máximo de cuatro meses. Un plazo que concluye el 1 de septiembre. Sería lamentable que por la inacción de la Consejería se cerrara un centro de recepción de visitantes de referencia en Cantabria”, ha concluido Delia Carbajo.
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