Los alumnos de la guardería-ludoteca municipal ‘Garruchines’ del Ayuntamiento de Piélagos en Boo han visitado el Refugio animal ‘La manada cántabra’ en la localidad de Oruña. Acompañados de sus familias y de los profesores del centro, los pequeños conocieron el proyecto que Carlos Llorente y Patricia López pusieron en marcha en octubre de 2021 para rescatar a animales de granja y de compañía abandonados después de años colaborando en su recogida.
María Sánchez Ibaseta, coordinadora de ‘Garruchines’, ha explicado que esta actividad se enmarca dentro del Programa de Ecoescuela que las dos guarderías-ludotecas municipales del Ayuntamiento de Piélagos vienen desarrollando desde el curso 2020-2021. Bajo la tutela de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), buscamos integrar la educación ambiental en el proyecto educativo, en la propuesta pedagógica y en la programación general anual, ha apuntado.
La coordinadora de la guardería-ludoteca municipal de Boo ha hecho hincapié en que, a través de las visitas, realizadas a lo largo de varios fines de semana en pequeños grupos, alumnos, familias y educadores han tenido la oportunidad de relacionarse con todo tipo de animales. “Además de ver esos animales con los que normalmente trabajamos en el aula mediante fotografías o cuentos, con esta actividad hemos hecho posible que los niños pudieran acariciarlos y alimentarlos”, ha enfatizado María Sánchez Ibaseta.
En la misma línea, ha destacado que la celebración de actividades como ésta hacen posible, además, disfrutar de jornadas en la naturaleza en las que los más pequeños van descubriendo el entorno que les rodea.
Bandera verde de ADEAC. La empresa Kiriku Galo, S.L., adjudicataria de las guarderías-ludotecas municipales ‘La Jilguera’ de Renedo y ‘Garruchines’ de Boo, así como de la Escuela infantil ‘La Arena’ de Miengo, recibió el pasado mes de mayo la bandera verde de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), en reconocimiento a su trabajo como Ecoescuelas durante los últimos tres años.
El Comité de valoración de ADEAC acordó la concesión de este distintivo con el objetivo de premiar el trabajo que ya han realizado y, al mismo tiempo, animarles a continuar colaborando en el cuidado de nuestro planeta, así como a caminar hacia un entorno más sostenible a través de la educación, convirtiéndose en los tres primeros centros de Cantabria de estas características en obtener este reconocimiento.