23/11/2024

nada personal, solo información

Juan Ramón Carrancio (OlaCantabria): «Vamos a ser decisivos para formar gobierno en varios municipios»

ANÁLISIS ELECTORAL DEL 28 DE MAYO DE 2023

Bueno, pasaron las elecciones autonómicas y locales, hemos dejado pasar dos semanas y una vez posado el polvo de la contienda electoral quizá podamos ver con un poco de claridad el paisaje que han querido dibujar los cántabros con su voto. Me van a permitir que me tome la licencia de hablar en primer lugar de los resultados de OlaCantabria, comprendo, que de momento, es un actor menor en el ámbito regional, pero es mi partido, el único partido de centro en el espectro político, uno de los pocos (si no el único) con intención sincera de regenerar nuestro viciado ambiente político y por si ello fuera poco, tengo la fortuna de que mis compañeros hayan decidido que sea su Portavoz Autonómico.

Lo cierto es que OlaCantabria, al igual que otros partidos minoritarios, nos vemos perjudicados por una democracia tan imperfecta como la nuestra, nos vemos lastrados por un sistema electoral pensado para que se perpetúen en poder los de siempre, con una ley electoral que discrimina claramente, y con unas autoridades que no se molestan en intentar impedir el abuso que supone el que medios de comunicación hegemónicos, como es el caso de El Diario Montañés, y fundan noticias falsas o sesgadas con la intención de ahogar cualquier opción nueva que aparezca en el escenario político cántabro. Si a esta situación le añadimos la falta absoluta de financiación, el panorama podría resultar desolador. Nada más lejos de la realidad, hay esperanza, ese es el mensaje que para nosotros dejan estas elecciones.

Conscientemente hemos dejado en un segundo plano la pelea por Santander y por el gobierno autonómico

Son plazas en las que el respaldo económico, o de una marca “de moda” es fundamental. Con lo que hemos volcado nuestros esfuerzos en municipios en los que por su tamaño, el factor humano pueda ser determinante, sabiendo, como sabemos, que tenemos un excelente equipo humano. El resultado, aparte de las casi obligadas decepciones, es que vamos a ser decisivos para formar gobierno en varios municipios, con lo que no puedo menos que estar satisfecho.

Una vez analizada mi casa vamos a ver qué ha sucedido en las demás

En primer lugar, no deja de sorprenderme que los españoles, recurrentemente, convirtamos las elecciones de nuestras administraciones más cercanas (Gobiernos Autonómicos y Ayuntamientos) en una suerte de primera vuelta de las elecciones nacionales. Siguiendo así el juego a toda una clase política, perfectamente prescindible, que pasta en el erario público de la mano de los grandes partidos, en muchos casos sin aportar nada de interés para el bien común. Lo que es peor, esta actitud, en muchos casos, nos lleva a no elegir la mejor opción. Baste como ejemplo la mayoría absoluta conseguida por el Partido Popular en el Ayuntamiento de Santander tras una legislatura desastrosa para la ciudad, como una gestión difícilmente empeorable.

Sinceramente, creo que debemos ser menos hooligans a la hora de votar, creo que debemos acercarnos a las urnas con más sentido crítico, conscientes de que nuestro voto es la herramienta perfecta para premiar a quien lo hace bien, o castigar a quien nos decepciona con su gestión, mientras éste voto critico no sea mayoritario, continuaremos teniendo una democracia “menor de edad”.

Por último, en estas elecciones se ha dado un acontecimiento largo tiempo esperado y por ello ha dejado todo lo demás en un segundo plano. Y no es para menos, estas elecciones han supuesto el punto de inflexión en la trayectoria política de un personaje que ha marcado la vida política de Cantabria durante las últimas décadas. Estamos hablando de Miguel Ángel Revilla, un personaje que hace su aparición en las postrimerías del franquismo, que hace bandera de un regionalismo, en el que por fortuna hay que agradecer no haber buscado nunca oponer lo español a lo cántabro, pero también es cierto que ha utilizado como herramienta política una demagogia difícilmente superable, convirtiendo su propia persona, creo que conscientemente en una caricatura de sí mismo. Creando un personaje con el que se dedica a ir de plató en plató de televisión en una curiosa, e inimitable forma de hacer política, que la verdad, es que le ha dado buenos resultados.

Le ha dado buenos resultados hasta que ha ocurrido lo inevitable, ha llegado el momento en que su espectáculo ha sido incapaz de tapar por más tiempo la falta absoluta de proyecto político, sin un plan, bueno o malo, para Cantabria. Toda la política de los regionalistas ha consistido en intentar gobernar a toda costa, da igual con quien, pensando únicamente en cómo ganar las siguientes elecciones, utilizando sin vergüenza ninguna, montando un enorme sistema clientelar y supeditando cualquier proyecto público, grande o pequeño, al servicio del partido en su afán por perpetuarse en el poder.

Lo cierto es que les ha ido bien, les ha ido bien, hasta que un cúmulo de circunstancias les ha echado abajo el entramado y ha dejado a la vista de los cántabros la dura realidad. La realidad es que mientras estos señores se reparten el poder, Cantabria languidece económica y socialmente en comparación con el resto de nuestros vecinos.

Pero lo cierto es que ha hecho falta que se destapen escándalos de corrupción y que Revilla, quizá debido a la edad, cometa errores impropios de él en público para que miles de cántabros se planteen retirarles su apoyo. Así, tal parece que no es un simple cambio de gobierno, lo cierto es que parece más bien un cambio de ciclo. Ahora veamos lo que nos depara el futuro, aunque lo cierto es que, viendo lo que hicieron en el pasado quienes ahora nos van a gobernar, no soy especialmente optimista. Esperemos que me equivoque, sería bueno para todos.

Autor: Juan Ramón Carrancio Dulanto /

Scroll al inicio