La Casona de Tudanca acoge desde hoy la exposición ‘La Barraca de García Loca’, que recoge los principales hitos de las estancias de este grupo de intelectuales, poetas y artistas por diferentes lugares de Cantabria. Además de Federico García Lorca y José María de Cossío, entre los miembros de La Barraca figuran Miguel de Unamuno, Américo Castro, Marcel Bataillon, Karl Vossler, Pedro Salinas, Gerardo Diego, Jorge Guillén, Carlos Morla Lynch, Dámaso Alonso, Silvio d´Amico, Santiago Ontañón, Ezio Levi, Víctor de la Serna y Pío Muriedas.
Pieza central de esta exposición es el diploma cuyo original se expone por primera vez en el que alrededor del emblema de La Barraca constan las firmas autógrafas de los componentes de la mítica compañía teatral, además de la dedicatoria de Federico García Lorca.
La muestra refleja distintas etapas de La Barraca, enseñando sus inicios, quiénes fueron ‘los barracos’, su vinculación con la Universidad de Madrid, los nuevos cómicos de la legua, el fin de un sueño y la vuelta de La Barraca a los caminos de España.
En la exposición también pueden verse algunas de las obras pictóricas de Santiago Ontañón, Juan Bonafé, Antonio Quirós, Antonio Sedano y Pío Muriedas relacionadas con la trayectoria de La Barraca. Además, junto a estas obras se expone un fondo bibliográfico de extraordinario valor, integrado por documentos, manuscritos y primeras ediciones de Lorca y otros autores de su generación vinculados con las actividades de La Barraca. Entre ellos se incluyen el autógrafo del ‘Llanto por Ignacio Sánchez Mejias’ que dio a conocer Lorca por primera vez en un recital ofrecido en la Universidad internacional de Verano de Santander. Junto al vicepresidente, en el acto de inauguración han participado la directora general de Acción Cultural, Gema Agudo; y la directora de la Casona de Tudanca, Agustina Monasterio.
Historia en Tudanca
En agosto de 1933 Federico García Lorca y sus estudiantes-actores del Teatro Universitario La Barraca visitaron a José María de Cossío en su casa de Tudanca, quedando como testimonio de su amistad el nombramiento del gran escritor cántabro como ‘barraquito de honor’. Cossío también perteneció al Patronato de la Universidad de Verano de Santander, donde La Barraca, durante los veranos de 1933 a 1935, llevó a cabo sus representaciones de mayor impacto internacional con novedosas puestas en escena de los clásicos del Siglo de Oro bajo la dirección de García Lorca y la colaboración de Eduardo Ugarte.