23/11/2024

nada personal, solo información

Torrelavega, ‘Blanco Roto’ con el Colectivo Desmemoriados y Asociación Octubre, 10 de febrero, 20 h.

La obra llega a Torrelavega de la mano del Colectivo Desmemoriados y de la propia Asociación Octubre interesados en dar a conocer esta historia que tan poco compromiso e interés ha suscitado entre las instituciones locales para su difusión.

Blanco Roto es un ejercicio sobre la memoria, sobre el silencio, sobre la ausencia. Porque el olvido es precisamente eso, ausencia de todo. Dos intérpretes serán los encargados de iniciar este viaje, este recorrido por diversos personajes y escenarios; pero con un denominador común: la memoria y/o la ausencia de ella.

¿Y por qué Blanco Roto? El título de la obra hace referencia a este tipo de color blanco, llamado roto, sucio o blanco hueso; jugando con el concepto de la ruptura del recuerdo, y refiriéndose a los huesos también de una manera específica. Pues los huesos también son protagonistas de esta historia.

La estructura de la obra se aleja de la dramaturgia tradicional, obedeciendo a un relato en cuadros independientes, como escenas separadas que guardan relación conformando un todo. Lo onírico y lo realista se cogen de la mano, el texto se irá tejiendo a través de monólogos testimoniales, humor negro, coreografías, epístolas e incluso lenguaje científico. Los personajes irán entrelazándose en la historia, en un juego interpretativo constante: alguien que busca, alguien que quiere olvidar, alguien que no puede recordar, alguien que entierra, alguien que desentierra, alguien que mata, alguien que muere…

Un montaje sobrio, poético. Una idea que intenta bucear sobre el pasado, el futuro; lo que permanece y lo que quedará sepultado por el olvido.

ANTECEDENTES

‘La lista de Larrinoa’, como se ha dado a conocer, saltó a la opinión pública el pasado mes de diciembre de 2017, cuando un jubilado vasco apellidado Larrinoa, que buscaba a su tío desaparecido durante la Guerra Civil, encontró con la colaboración del actual párroco de la localidad cántabra de Limpias unos documentos en los que se identificaban los restos de 74 soldados enterrados tras fallecer en el frente.

Un viejo ejemplar de defunciones de la época, escondido entre los volúmenes de bautizos y matrimonios, recogía los nombres, apellidos y motivo de la muerte de estos miembros del Ejército republicano, que perdieron la vida en distintas circunstancias en los valles del Asón y Agüera entre 1936 y 1937, principalmente en el hospital de campaña instalado en el Palacio Eguilior, donde ahora se encuentra ubicado el Parador de Limpias.

El enterramiento ha permanecido desconocido y en el olvido durante todos estos años y solo gracias al empeño de este jubilado vasco es ahora posible recuperar la memoria de los fallecidos. El cura Gregorio Ungo firmó este documento el 11 de septiembre de 1938. Ungo tuvo la deferencia de guardar los nombres. El historiador local Fernando Obregón, experto en los estragos que supuso la contienda en la zona, asegura que la ‘lista de Larrinoa’ ha salvado a muchas personas del olvido.

Las dificultades para llevar a cabo búsquedas de los restos de los fallecidos durante la Guerra Civil y la represión franquista y las escasas o nulas ayudas económicas prestadas desde las administraciones públicas son una denuncia constante por parte de las familias y de las asociaciones memorialistas.

LA PROPUESTA

En La Lista Larrinoa aparecen los nombres de 74 soldados republicanos, unos gudaris, otros milicianos, algunos soldados de remplazo, pero todos con una característica específica, su enterramiento ha permanecido oculto durante décadas.

Blanco Roto parte de este hecho fortuito para hacer una reflexión sobre los recovecos de la memoria en un emotivo homenaje a todas aquellas víctimas de la barbarie y sus familias que han padecido el desprecio y el olvido durante tantos años.

TEATRO DOCUMENTAL. LA IMPORTANCIA DE DAR TESTIMONIO

Una de las formas dramáticas sobre las que menos se ha teorizado en las últimas décadas ha sido sin duda el teatro documental. A menudo confundido con lo que ha dado en llamarse “docudrama”, que es sin embargo un término más bien televisivo, esta corriente ha sido prácticamente olvidada en los tratados teatrales recientes. En algunos países europeos su seguimiento ha sido algo mayor gracias sobre todo al nombre de Erwin Piscator, y la tradición ha continuado de la mano de dramaturgos como Peter Weiss en Alemania. Nuestra propuesta trata de recuperar del olvido la corriente dramática documental utilizando sus principales características.

Los elementos de ficción que se plantean a partir de los dos personajes, actualizan el hecho documental y dota de mayor teatralidad a la pieza, elemento más acorde con las circunstancias actuales de nuestra sociedad y modelo cultural.

–       Visibilizar uno de los dramas endémicos de la sociedad española contemporánea, como es el de poner en evidencia la necesidad de identificar los restos y dignificar la memoria de todas las víctimas de la guerra civil de 1936-39

–       Legitimar un acto creativo como   elemento dinamizador de la sociedad civil, permitiendo ahondar en la memoria colectiva.

–       Apoyar la normalización democrática que permita pasar página y curar heridas de una etapa oscura de nuestra historia reciente.

FICHA ARTISTICA/TÉCNICA

–       Actores: Pablo Escobedo y Antonio Fernández

–       Autor Pablo Escobedo

–       Diseño luces: Pati Domenech

–       Vestuario: Paula Roca

–       Espacio Escénico: Laura Barón

–       Gestión y Producción: María Vidal

–       Dramaturgia y dirección: Pati Domenech

Scroll al inicio