El vicepresidente del Gobierno de Cantabria Pablo Zuloaga, ha anunciado hoy la elaboración del Plan Director de la Residencia Cantabria, que incluye la decisión sobre la demolición o consolidación del edificio, en función del análisis de las patologías que presenta, un estudio de usos que se podrá dar a este espacio de 32.000 metros cuadrados dentro del ámbito sanitario, y el posterior anteproyecto de obra. La previsión del Ejecutivo es que el próximo mes de marzo se licite, con un importe de 611.000 euros, el contrato para el Plan Director, que podría dar los primeros resultados sobre la solvencia del edificio en julio de 2024 y concluiría con un anteproyecto de obra, en función del uso y el estado de la edificación, a finales del próximo año. En su conjunto, contará con una «inversión horizonte» de 65 millones de euros.
«Queremos dar todos los pasos previos para tener el anteproyecto en 2024, un proyecto redactándose en 2025 y una posible adjudicación de obras en 2026″, ha explicado el vicepresidente, que ha considerado que estos plazos «son reales y posibles» y lo ha comparado con «los pasos que se dieron la pasada legislatura con el proyecto del MUPAC, que ya está adjudicado». Según ha explicado el vicepresidente, el Plan Director se divide en tres lotes que, en primer lugar, abordará la definición de las patologías del edificio de 32.000 metros cuadrados, construido en la década de los 60 y que está sin uso desde 2016. «Tenemos que ver si se recomienda su conservación y consolidación o su derribo y gestión de residuos», ha precisado.
Además, el Plan Director hará un estudio de los usos de esta construcción dentro del ámbito sanitario. Para ello, se prevé una encuesta tanto a agentes públicos de Cantabria como a la ciudadanía que podrán plantear sus propuestas sobre el futuro de este edificio, siempre en el ámbito sanitario, pero más allá del uso clínico, al que debía ceñirse hasta que el pasado año el ministro Escrivá «dio la llave» para que la Residencia Cantabria pudiera destinarse a fines como la docencia, innovación, formación, la investigación o la gestión «bajo el paraguas sanitario».
El vicepresidente ha citado algunos ejemplos del uso que podría albergar este edificio, como el traslado de la Consejería de Sanidad, ampliar las disciplinas formativas de la Universidad de Cantabria que tienen que ver con la sanidad, otros usos vinculados a la expansión del IDIVAL, el Hospital Virtual o la Fundación Marqués de Valdecilla, o acoger el futuro ente de gestión del transporte sanitario, entre otras posibilidades.
Tras las conclusiones de estos dos lotes, sobre las que se espera tener resultados en julio y septiembre de 2024 respectivamente, se abordará, en función de si se mantiene la edificación o si se decide su demolición y atendiendo al estudio de usos, el anteproyecto de obra, que podría estar redactado a finales de 2024, «momento en el que el Gobierno tendrá un anteproyecto redactado que decidirá si se mantiene y cómo se rehabilita o si se demuele y cómo se tendrá que construir». En su conjunto, «la cifra horizonte de inversión» rondaría los 65 millones de euros «para dar forma a este nuevo edificio o la rehabilitación de la Residencia Cantabria».
Zuloaga, además, se ha mostrado convencido de que Cantabria contará con la colaboración del Gobierno de España para «llevar a cabo una conversión histórica de un edificio vacío y con problemas de gestión desde 2016 a ser un centro tractor y generador de economía como no lo ha habido antes en la ciudad de Santander y en toda Cantabria»
«Pasaremos de tener 32.000 metros cuadrados improductivos a tenerlos llenos de actividad, vinculado a la ciencia y al conocimiento biosanitario, que es garantía de fututo para Cantabria», ha añadido.