El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y el vicepresidente y consejero de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte, Pablo Zuloaga, han asistido esta mañana a La Vijanera, que ha congregado a miles de personas en la localidad de Silió (Molledo) en su regreso tras la pandemia y estrenando su declaración como Bien de Interés Cultural etnográfico inmaterial que le fue concedida en 2021.
Se trata de una tradición emparentada con el resto de mascaradas de invierno que se celebran a lo largo de todo el continente europeo. En ella participan más de 150 personas encarnando 80 trajes diferentes a lo largo de diferentes actos. Se trata del primer carnaval del año en Europa y, cuando coincide con Año Nuevo, se traslada al día 8 de enero, como ocurre en 2023, si bien en la antigüedad en Silió siempre se celebraba el día de Nochevieja. Al margen de su espectacularidad, se trata de una manifestación cultural con un alto valor etnográfico que impulsan y mantienen desde la Asociación Cultural Amigos de La Vijanera.
A Silió han acudido también esta mañana los consejeros de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior, Paula Fernández Viaña; de Industria, Turismo, Innovación, Transporte y Comercio, Javier López Marcano; de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, así como la alcaldesa de Molledo, Verónica Mantecón y las directoras generales de Patrimonio Cultural y Memoria Histórica, Zoraida Hijosa, y de Turismo, Marta Barca, entre otras autoridades.
El programa de actividades de La Vijanera ha comenzado a primera hora con el sonido de los campanos por todas las calles del pueblo antes de la salida del sol. Posteriormente, en el centro del pueblo, todos los vijaneros salen para ir hasta el parque de la Colina. A continuación, en la plaza de la iglesia se organiza la captura del Oso. La comitiva con todos los personajes de la Vijanera va realizando distintas paradas hacia los límites del pueblo, a los que denominan la raya. A continuación, los Zarramacos y el Danzarín Negro protagonizan la defensa de la raya, con un intenso baile que dura hasta 15 minutos. Y media hora más tarde se organizan las Coplas, en la campa junto a las escuelas, con canciones satíricas en referencia al año que se acaba. Tras ellas se representa el Parto de la Preñá, que simboliza el nacimiento del nuevo año. En la plaza de la Reguera tiene lugar la Muerte del Oso, y, a partir de ahí, la fiesta continúa por todas las casas, calles y establecimientos del pueblo.