Buruaga denuncia que la gestión incompetente llega también a la gran consolidación de empleo en la sanidad. El Partido Popular ha avisado hoy de que el proceso de estabilización del empleo temporal del Servicio Cántabro de Salud es otra chapuza de la Consejería de Sanidad que deja en clara desventaja al personal de la sanidad pública de Cantabria frente al de las demás comunidades autónomas, al que sus gobiernos protegen al máximo.
«La incompetencia llega también a la gran consolidación de empleo de la sanidad pública», ha afirmado Buruaga, quien ha advertido de que, si el Gobierno regional no rectifica, lo que debería ser una grandísima oportunidad de convertir en fijos a los trabajadores temporales de larga duración y de reducir la elevada tasa de interinidad, puede terminar en otro fiasco.
Según la dirigente popular, para no variar, ha habido improvisación y falta de transparencia, pues Sanidad hizo públicas las bases el día 30 en la web del Servicio Cántabro de Salud, pero no las ha publicado en tiempo y forma en el Boletín Oficial de Cantabria, con lo que no solo incumple la normativa estatal que obligaba a hacerlo antes de acabar el año, sino que se corre el riesgo de demorar el proceso, pues no es hasta entonces cuando empiezan a contar los plazos.
Para Buruaga, lo más sangrante es que, según las bases, los médicos, enfermeros, matronas, auxiliares de enfermería y personal administrativo y de gestión que están llamados a participar en el proceso van a competir en clara desventaja e inferioridad de condiciones respecto a lo de otros sistemas autonómicos de salud.
Y ha explicado que la Consejería de Sanidad les ha colocado en desventaja al establecer un sistema de baremación diferente al acordado entre el Ministerio y las comunidades autónomas enel Consejo Interterritorial en septiembre, que ha sido asumido por todos y será aplicado por todos salvo Cantabria. “Otra vez, son los trabajadores de la sanidad pública de Cantabria los peores tratados de todos los sistemas de salud del país”, ha remarcado.
Según Buruaga, mientras otras comunidades autónomas protegen a sus trabajadores al máximo, puntuando al máximo los servicios prestados en los servicios de salud, en Cantabria, por decisión unilateral de la Consejería de Sanidad, se reduce el peso de esta puntuación.
Mientras todas las comunidades autónomas valoran en un 70% los servicios prestados y en un 30% la formación, en Cantabria se devalúan los años de servicio en el sistema en favor de los cursos, estableciendo un porcentaje de 60-40. Además, no se valora en la misma medida que en las demás comunidades autónomas ni la experiencia ni la formación adquirida en el propio sistema de salud.
“Haber trabajado años en Cantabria, hecho carrera profesional en Cantabria o aprobado un examen de OPE en Cantabria, cuenta menos que en otros servicios de salud”, ha afirmado.
La consecuencia es que el personal de Cantabria queda en desventaja para acceder a los procesos de consolidación otros servicios de salud, al ser mayores las barreras, mientras que el consejero de Sanidad abre las puertas a los de las demás comunidades autónomas e, incluso de la Unión Europea.
“Este Gobierno del regionalismo de pacotilla deja en la estacada a quienes llevan más tiempo prestando sus servicios en nuestro sistema de salud aportando su valor, su experiencia y su esfuerzo en tiempos muy duros”, ha afirmado.
Para Buruaga, este es un ejemplo más de la gestión incompetente de la Consejería de Sanidad, que no hace nada para retener a sus profesionales en el momento en el que las plantillas son más deficitarias, sino todo lo posible para espantarlos, mientras que en otros servicios de salud les valoran y protegen.