El 20 de diciembre, remitió la Dirección de Función Pública al sindicato Trabajadores Unidos ( T.U.) la propuesta de modificación de la Consejería de Sanidad, que pretende llevarse a la reunión de este viernes 23 de diciembre es «cuando menos indignante, por su insignificancia (DOS HOJAS POR UNA CARA) antes las necesidades que presenta esta Consejería, y, además, un insulto a los empleados públicos de la Consejería de Sanidad, y da la espalda a las necesidades de los ciudadanos», se afirma desde el propio sindicato TU.
De la misma forma apunta lo siguiente: «A título informativo, recordar que la Consejería se ocupa de revisar que los alimentos lleguen en perfectas condiciones a los usuarios, la salubridad de las instalaciones, la sanidad ambiental, la prevención de la salud pública, a legionelosis, la calidad del agua de consumo, las piscinas de uso colectivo, los productos químicos…
Después de ocho años y más intensamente este año, Trabajadores Unidos ha recordado el compromiso pendiente de dotar adecuadamente y al menos con los efectivos básicos a una de las Consejerías de mayor importancia vinculada a la Salud, y mas cuando ha tenido que pivotar la lucha contra una pandemia de la que seguimos conociendo consecuencias. Por ello, llevamos persiguiendo toda esta legislatura la necesidad de modificar la relación de puestos de trabajo (RPT) de la Consejería de Sanidad. Nos parece aún más grave tras lo pasado en relación al Covid-19 y las medidas que se han tenido que regular para toda la población de Cantabria a través de esta Consejería, que se demuestre tal indiferencia por un servicio público que incide directamente en la vida y la salud de todos.
Intuimos que existe una pugna, quizá por el diferente signo político, del titular de la Consejería de Sanidad dentro del Gobierno, con quien tiene que dar el visto bueno y tramitar una modificación de relación de puestos de trabajo, acorde con las necesidades de la ciudadanía de Cantabria. Otra vez nos topamos con una Dirección de Función Pública que entendemos pudiera estar frenando la tramitación de un documento tan importante para los cántabros. Lo decimos porque desde la Secretaría General, incluso desde el propio Consejero tenían muy claras las necesidades, y hablaron de un borrador y de carencias que afectaban a toda la estructura de la Consejería, además de adelantarnos que había dinero que debería invertirse antes de agosto del presente porque sino quedaría suprimido del futuro presupuesto. Actualmente podemos afirmar además que se trata de la cenicienta de todas las Consejerías del Gobierno. ¿Por qué lo decimos?:
– Complementos específicos más bajos cuando en otras Consejerías, idénticos desempeños y puestos disfrutan de una mejor retribución.
– Más del 50% de los puestos de trabajo de esta Consejería están aún sin dotar.
– En sucesivos concursos y procesos de provisión de puestos se ha detectado una fuga de talento y experiencia de esa Consejería, que ha perdido un caudal humano en detrimento de otros organismos como el SCS, que con mejores retribuciones se ha nutrido de ello.
– Muchas de las vacantes no se cubren o su cobertura se viene demorando en el tiempo.
– Hay necesidades de servicio público esencial que la Consejería de Sanidad tiene que cubrir, que ante la falta de efectivos en la RPT está eludiendo o prestando en unas condiciones que no son las deseables.
Debemos recordar desde Trabajadores Unidos que, en 2019, este Gobierno se ha gastado lo que han querido en ocupar subdirecciones que en nada ayudan al servicio público y que tienen alto coste. ¿Cuánto suponía eso económicamente? Daba igual, puesto que para eso hay dinero suficiente.