“Es una auténtica falta de respeto que hora y media antes de su presentación a los medios, se nos haya entregado el documento presupuestario para 2023 a los grupos de la oposición”, apunta Fuentes-Pila El portavoz regionalista en el Ayuntamiento de Santander, José María Fuentes-Pila, ha lamentado una vez más la falta de respeto del equipo de gobierno (PP-CS) hacia los grupos de la oposición entregándoles un documento presupuestario “precocinado” sin el decoro de un ápice de negociación previa, “máxime cuando este grupo municipal registró el pasado mes de noviembre un documento presupuestario con un bloque de medidas por un valor cercano a los 16 millones de euros”.
Para Fuentes Pila estamos ante la escenificación de otra “pantomima” de este gobierno “preso” de sus propias palabras pues a la hora de la verdad se salta la “previa”, correspondiente a la ronda de negociación con los grupos, y luego critica la falta de consenso y aportaciones de los mismos. “Es una auténtica tomadura de pelo que hora y media antes de presentar su documento presupuestario a la prensa, se haga entrega del borrador a los grupos de la oposición sin explicación alguna, sin profundizar partida por partida o programa por programa, temiéndonos que ello responda a una estrategia para acabar prorrogándolos”, apunta.
En este sentido, el regionalista recuerda que su grupo el pasado mes de noviembre a la vista de que se había incumplido la Ley de Haciendas Locales al no haber presentado ante la cámara plenaria el Presupuesto Municipal de 2023 antes del 15 de octubre, obligación que marca el artículo 168.4 de la citada ley, registró un documento económico estructurado en tres ejes que movilizarían un total de cerca de 16 millones de euros a través de ayudas destinadas a mejorar la calidad de vida, las condiciones en los barrios y mejoras de impulso a la ciudad, siendo la primera vez que un grupo de la oposición ponía sobre la mesa un presupuesto, “ya que no nos íbamos a quedar de brazos cruzados cuando la ciudad no puede esperar más”.
La propuesta del PRC estaba adaptada a los tiempos de desbordante inflación para ayudar a las familias y contribuir a la recuperación económica, por lo que incluía seis medidas con las que combatir el incremento de los costes energéticos y de los precios como consecuencia de la guerra en Ucrania. Para ello planteaba destinar 800.000 euros en bonos de energía para las familias “con ayudas de hasta 200 euros que alcanzarían a un total de 5000 hogares”; bonificaciones en el pago del IBI con una partida de 1.2 millones de euros; 500.000 euros en ayudas para facilitar el alquiler de vivienda que varían entre los 150 euros o los 250 euros, en caso de ser menor de 35 años; un millón de euros para bonos de consumo en comercio y hostelería y la puesta en marcha de una bolsa de horas para el uso gratuito de los aparcamientos subterráneos.
A su vez planteaba un bloque de mejoras en las condiciones de los barrios destinando más de cinco millones de euros para impulsar los presupuestos participativos con 2 millones euros, “ya que desde 2018 están paralizados”; otros 2 millones para incrementar la partida de subvenciones en la instalación de ascensores; reforzar la plantilla de trabadores sociales; 140.000 euros para crear la unidad de salud pública municipal y 90.000 euros para la creación del servicio de intervención familiar.
Asimismo en un tercer bloque incluía todos aquellos proyectos que el PRC ha llevado a pleno y que cuenta con acuerdo de la cámara o que siguen aún sin adjudicarse como la cubierta de la Plaza Porticada, la ampliación del Parque de las Llamas, redacción proyecto del Frente Marítimo; rehabilitación del Barrio Pesquero; las escaleras mecánicas Juan XXIII-General Dávila; un Plan de recuperación y mantenimiento de los fondos bibliográficos Menéndez Pelayo, la redacción del proyecto de rehabilitación de Colonia Mar-Bajada Calzada ; una red microbuses Cueto, Monte, San Román ola cubierta parque infantil de las Llamas entre otras.
“Desgraciadamente ninguna de estas medidas, en un primer análisis, han sido tenidas en cuenta en dicho borrador lo que denota que no existe interés ni en negociar ni en la búsqueda de apoyo a sus cuentas”, concluyó.