El Gobierno de Cantabria, a través de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, ha resuelto la concesión de las ayudas de desarrollo rural de la Solicitud Única de la campaña 2022. En total se han aprobado 11.971.894,85 euros a un total de 3.483 ganaderos y agricultores de la Comunidad Autónoma.
En concreto, se han concedido ayudas para zonas con limitaciones naturales por importe de 10.036.627,72 a 2.924 solicitantes. Unas ayudas, cofinanciadas con fondos FEADER, que se han visto incrementadas en esta campaña en 2.600.000 euros respecto a campañas anteriores para tratar de paliar la crisis que sufre el sector debido al incremento de insumos por la guerra de Ucrania.
También se han concedido ayudas para el mantenimiento de razas locales amenazadas, en concreto vacuno tudanco, vacuno monchino, vacuno pasiego, equino monchino y equino hispano-bretón, por un total de 1.552.472,48 euros. En este caso, se trata de ayudas financiadas en su totalidad con fondos europeos, fondos EURI.
Además, se han aprobado las ayudas para la producción ecológica para un total de 87 productores, en concreto 339.531,29 euros para la ganadería ecológica, 10.536 euros para la apicultura ecológica, y 32.727,36 euros para la agricultura ecológica.
Tal y como ha explicado el consejero, estas ayudas forman parte del Programa de Desarrollo Rural de Cantabria y que, financiadas en todo o en parte por la Unión Europea, con el apoyo del Gobierno de Cantabria, se destinan a los agricultores y ganaderos para compensar las dificultades de producción en determinadas zonas, así como para contribuir al mantenimiento de la diversidad genética y al impulso de la producción ecológica en nuestro territorio.
“Este tipo de ayudas son fundamentales porque representan un fuerte apoyo a la renta de los ganaderos, tan necesario en estos momentos difíciles por los que están atravesando”, ha subrayado Blanco, quien ha puesto en valor los fondos europeos y los recursos del Programa de Desarrollo Rural (PDR) a la hora de impulsar el mantenimiento de los recursos naturales y genéticos.
Ha asegurado que su departamento va a hacer todo lo posible por tratar de mantener la intensidad de estas ayudas en los próximos años para seguir contribuyendo al impulso del desarrollo de las zonas rurales con actuaciones encaminadas al rejuvenecimiento del sector agrario, la renovación de las estructuras y explotaciones agrarias, el fomento de la competitividad de los ganaderos y la colaboración en la protección del medio ambiente.
“No vamos a dejar de ayudar al sector primario dentro de nuestras posibilidades porque necesitan de nuestro apoyo más que nunca”, ha dicho Blanco, quien ha recordado que el sector se enfrentan al reto de adaptarse al cambio climático, posicionar al producto en la cadena de valor, innovar e implementar nuevos sistemas de producción adaptados a las exigencias climáticas.
Dada su importancia para el progreso y desarrollo económico y social de la región, el titular de Desarrollo Rural ha reclamado un mayor apoyo de la Unión Europea hacia el sector primario, en su opinión, “un sector primordial para cualquier economía”.
“En el caso de Cantabria, el sector primario es algo más que una actividad económica. Se trata de un sector consustancial a nuestra región porque nuestra historia se ha escrito con leche y resulta esencial para conservar nuestro paisaje y tradiciones y contribuir de manera decidida para el desarrollo económico de Cantabria”, ha subrayado Blanco.
También ha defendido la importancia de las distintas ayudas que engloba la Solicitud Única para promover actuaciones que están orientadas directamente a apoyar y complementar la renta de los agricultores y ganaderos cántabros, así como colaborar en la protección del medio ambiente.
Finalmente, ha reiterado la predisposición de la Consejería a seguir ofreciendo al sector y a sus profesionales todo el apoyo que precisen a la hora de reivindicar ante el Gobierno de España y la Unión Europea las singularidades del sector agrario y el medio rural de las comunidades autónomas de la Cornisa Cantábrica y su modelo de explotación familiar agraria sostenible con unos profesionales genuinos que ayudan a fijar población en el territorio y contribuyen a la lucha contra el cambio climático.