«Santander está muy lejos del número de agentes por habitante que recomienda la Unión Europea y urge incorporar personal para poder responder con la máxima eficacia a la hora de garantizar el orden público”. De hecho, “la ciudad cuenta a día de hoy con cerca de 200 efectivos, aunque la ratio marca que deben ser 260”, señala Manuel Garzón, delegado de CSIF en la Policía local de la capital cántabra.
Así las cosas, el profesional (en la imagen) demanda información sobre el inicio de los procesos selectivos que se encuentran paralizados, pese a ser necesarios para cumplir la normativa. No en vano, están pendientes de provisión 29 puestos de Policía Local y la plaza de intendente, ambas convocatorias por turno libre, además de otras 5 por turno de movilidad.
El tema, subraya, no es baladí, pues según la Relación de Puestos Laborales del Consistorio santanderino, sólo hay 16 plazas cubiertas, de 34 oficiales. Y de los 12 subinspectores estipulados, únicamente hay 5. O dicho de otro modo: “estamos por debajo del 50% de oficiales y el 60% de subinspectores; y eso sin tener en cuenta los accidentes laborales”, recuerda Garzón. No obstante, “existe un déficit operativo en las tres escalas del cuerpo, tanto en la básica como en el escalón ejecutivo y en el apartado de los mandos, puesto que también queda una plaza de subcomisario por cubrir en una localidad con 172.000 habitantes que cuenta con picos de 380.000 personas, si tenemos en consideración a quienes nos visitan con motivo de fiestas y vacaciones”.
Una queja que también ha hecho suya la oposición municipal, en concreto, el PSOE ha instado al equipo de Gobierno (PP – Ciudadanos) a solucionar la falta sangrante de altos cargos policiales. En este sentido, el portavoz socialista, Néstor Serrano, ha lamentado que “las dilaciones en el desarrollo normal de los plazos afectan directamente al nombramiento de los funcionarios públicos y, por lo tanto, al servicio ofertado a la ciudadanía que verá mermada su seguridad”. Por ello, el político califica de “ineficaz y lenta” la gestión de personal implementada por el Ejecutivo local.
Desastre material
Pero aún hay más. A la desidia institucional relativa a los medios humanos se une el desastre material que sufre la Policía local en sus comunicaciones desde el 2016. Fue entonces cuando se decidió cambiar el sistema que utilizan, además, Protección Civil, Bomberos y Agentes de Movilidad. Así el Gobierno local sustituyó una tecnología que “funcionaba perfectamente” y, por si fuese poco, resultaba gratuita para las arcas municipales –al ser sufragada por el Gobierno de Cantabria– por un conjunto de emisoras y repetidores, valorado en 220.000 euros, que “falla desde que se instaló hace ya seis años”, denuncia Garzón.
En un primer momento, abunda, “recibíamos argumentos tan simples como que sabíamos apretar correctamente el botón para hablar y soluciones tan variopintas como sacar los trasmisores por la ventanilla del coche patrulla para contactar con nuestros compañeros”. Por no hablar de “disculpas un tanto paradójicas por afirmar que los aparatos no resultaban operativos si se trasmitía a gran velocidad en servicios de emergencia”. Práctica habitual del trabajo policial.
A este respecto, una auditoría externa, efectuada allá por el año 2018, concluyó que el sistema fallaba en casi el 80% de los casos, de manera que 4 de cada 5 veces los profesionales se hayan expuestos y deben usar sus propios teléfonos móviles a fin de prestar el mejor servicio posible a los ciudadanos. Problema que continúa a día de hoy y puede desembocar en una tragedia fácilmente evitable.
En esta misma línea, entre las últimas deficiencias manifiestas, cabe destacar el cobro pendiente de las horas extras desempeñadas entre abril y agosto, así como la falta de chalecos antibalas. Cuando parecía que el problema se iba a solucionar, se ha paralizado, explica el delegado de CSIF. “Tras haberlo pedido durante años, por fin, íbamos a tener cada uno nuestro chaleco”. Otra ilusión truncada, ya que hace escasos días, los agentes han recibido el aviso de que una empresa participante en la licitación ha presentado un recurso contra los pliegos.
Por último, Garzón rememora que han pasado otros cuatro años desde que arrancaron las obras de la nueva sede de la Policía local en Camarreal, aunque el edificio continúa con “problemas serios de humedades” en la planta subterránea y en espera de recibir las cámaras de seguridad y los equipamientos informáticos. Por este motivo, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios exige visitar las instalaciones.