El grupo municipal regionalista en el Ayuntamiento de Santander ha denunciado el mal uso que se está haciendo de los aparcabicis cerrados y videovigilados instalados desde mayo de 2021 en la ciudad, ya que se han convertido en auténticos trasteros ante el uso abusivo de los mismos por parte de ciertos usuarios.
En este sentido apuntan que en buena parte se debe a la “permisividad” del equipo de gobierno PP-Cs al no haber analizado el uso eficiente y efectivo de estos módulos. “Si no se facilita la rotación de estos espacios, porque siempre están llenos, no es posible fomentar la movilidad sostenible y no estaríamos hablando entonces de que este sistema funciona correctamente sino más bien de que se están generando aparcamientos particulares a modo de trastero”.
Y es que, al parecer tras cumplirse el periodo máximo de estancia gratuita establecido en 7 días, las bicicletas no son retiradas ocupando un espacio que no puede ser utilizado por un nuevo usuario, por lo que el sistema de control de plazas libre no es más idóneo, situación que está generando cierto malestar. Los regionalistas se muestran partidarios de sistemas más sencillos que garanticen su uso universal ya que el actual está limitado la edad a partir de mayores de 16 años así como a la disponibilidad de contar con una tarjeta de crédito para poder hacer uso del mismo, y cuyo coste sea inferior pues tras su reciente adjudicación cada plaza sale a razón de 2000 euros.