Siglo XXI, España se encuentra en sus peores momentos desde el inicio de la democracia. Masacrada por el paro, los impuestos, el cancerígeno gasto público y una inflación que empobrece a los ciudadanos.
Aprovechando que atravesamos tiempos turbulentos los irredentos enemigos de la libertad, los estatistas pertinaces y los meapilas del buenísmo están lanzados atacando los principios básicos del orden económico que propició las mayores cotas de bienestar que el mundo ha conocido: La globalización.
Sin embargo, contra la globalización se han situado los defensores de la autarquía y el cierre de los mercados, que lo único que produce es pobreza.
Por el contrario la globalización basada en principios básicos del capitalismo : Respeto a la propiedad privada, los contratos voluntarios y la libre competencia sin gobiernos entrometidos ha mejorado no únicamente los ingresos de la gente y la disminución de la pobreza, también ha impulsado la disminución de la mortalidad infantil o el analfabetismo, mejoras estas que se ocultan por los enemigos de las sociedades abiertas y ahí se juntan todos, ya sean conservadores reaccionarios, los estatistas, los meapilas del buenísmo y también, no podían faltar, los comunistas que lamiéndose las heridas de su histórico fracaso se unen a cualquier movimiento contrario a la libertad y la libre iniciativa, ademas de los pusilánimes que recelan de todo y temen la pérdida de identidad.
En la crisis gestada durante los años 2008/2011, uno de los elementos clave para amortiguar la pobreza que esta causó, fueron las exportaciones que llegaron a equilibrar por primera vez en años la balanza exterior, además de los visitantes extranjeros, que en aquellas fechas llegaron a superar los noventa millones, es decir, mercados abiertos y globalización. Esta situación se vuelve a repetir en estos meses de 2022, pues entre Enero y Julio las exportaciones alcanzaron la tremenda cantidad de los 222.961 millones de euros. Casi nada …
Desde el año 2019 con los tiempos del pandemia, el ilegal y antidemocrático secuestro ciudadano, la inflación desbocada poniendo en cuestión demasiadas cosas, los adversarios de la libertad, atentos a ello, se han dedicado con el esfuerzo y falsedad que le son inherentes a socavar los fundamentos propios de la misma, pues el comercio entre Naciones es ante todo libertad, principio insoportable para quienes fundamentan su acción política sobre la ausencia de ella, los de la paguita, la subvención y la prohibición como máximo credo político, los que colmatados de superioridad moral lo único que ofrecen a los ciudadanos son rebanadas de aire.
La globalización también se enfrenta a la esclavitud moral, lo cual deja claro porqué tiene los enemigos que tiene, los que no soportan la apertura mental sin límites, la que defiende que cada uno pueda vivir como le de la real gana.
Autor: Alfonso del Amo-Benaite. Consultor de Mercados & Marketing.