La presidenta del PP, María José Sáenz de Buruaga, ha reclamado al Gobierno regional que deflacte el tramo autonómico del IRPF a todas las rentas inferiores a 60.000 euros para contrarrestar el efecto perverso de la inflación y devolverles parte de lo que han pagado de más en impuestos.
Buruaga ha defendido que el Gobierno regional puede y debe adoptar esta medida, que supone una inyección de 70 millones, porque se ha producido un incremento de la recaudación fiscal que el presidente Revilla y el vicepresidente Pablo Zuloaga no cuentan y se callan.
Y ha explicado queen 2023, el Gobierno regional va a recibir del Estado 258 millones más en concepto de entregas a cuenta, de los que 167 proceden del incremento de la recaudación del IVA, que ha subido un 12,5%, y del IRPF, que se ha incrementado en un 17%.
Según la presidenta del PP, este es el efecto perverso de la inflación, más beneficios para una administración que se niega a hacer un solo esfuerzo de austeridad y un Gobierno más rico a costa de unos ciudadanos más pobres, con unas rentas que no paran de menguar.
Buruaga ha defendido que deflactar el IRPF, una medida que ya se ha aprobado en otras comunidades gobernadas por el PP y en el País Vasco con el apoyo del PSOE, es la mejor manera y más directa de ayudar a las familias cántabras en una situación cada día más complicada por la elevada inflación; la subida de los suministros básicos y las hipotecas, y el curso escolar más caro de las últimas décadas y proteger y devolver la competitividad a un tejido productivo acorralado. “Si la coalición PRC-PSOE no hace nada, ha avisado, dentro de ocho meses en esta región no habrá muebles que salvar.
Esta medida y una reforma fiscal con una bajada de un punto en el tramo autonómico del IRPF forma parte de la alternativa económica que el Partido Popular va a defender en un curso político que, según ha recordado la presidenta, se inicia a las puertas de una recesión que va a impactar en Cantabria.
La presidenta del PP ha asegurado que a estas alturas de la legislatura, Cantabria ya sabe lo que puede esperar de la carta coalición de Revilla con los socialistas: una lluvia corta de subvenciones, mucha propaganda y primeras piedras y nada más.
Según la presidenta, ya nadie espera que el Gobierno haga en unos pocos meses lo que ha sido incapaz de hacer en 16 años, pero al menos hay que exigirle que afronte la emergencia, porque es una urgencia en este momento reducir los daños y frenar la ralentización económica.
Además, el PP centrará su acción política en la reivindicación ante el Gobierno central en asuntos como la financiación autonómica, la paralización de las carreteras, la protección del lobo y la situación de la industria electrointensiva y en frenar el deterioro de los servicios públicos y, especialmente, de la sanidad.
Según la presidenta, nunca antes había estado en riesgo algo tan elemental como la atención sanitaria a la población, con una atención primaria en estado crítico, interminables listas de espera en los hospitales, déficit de médicos y caos en la gestión.
Buruaga ha denunciado también que Cantabria camina de la mano de su segundo consejero de Sanidad de la legislatura hacia la podemización de la sanidad, con decisiones torpes, sectarias y puramente ideológicas que lejos de resolver los problemas los están agravando.
Y ha citado el conflicto con Padre Menni o la situación extraordinariamente grave y del todo inexplicable a la que la Consejería de Sanidad ha arrastrado al servicio de transporte sanitario.
Se ha referido al informe que sitúa en 19 millones el coste de la internacionalización del servicio y ha asegurado que es absolutamente falso y al PP no le pueden engañar. “No se lo creen ni ellos”, ha subrayado Buruaga, quien ha avisado de que las cifras están falseadas para vestir una decisión premeditada, sectaria y partidaria, adoptada de antemano, porque algunos miembros del Gobierno no están pensando en el servicio, ni en los trabajadores y los usuarios, sino en las elecciones.
Buruaga ha concluido anunciado que este mismo lunes, formulará una pregunta al presidente sobre el inicio del curso político para saber a qué se va a dedicar, porque mientras el PP tiene claro lo que hay que hacer, a estas alturas nadie conoce las prioridades de su Gobierno.