El consejo de administración de ENAIRE ha aprobado el Plan de Verano 2019 (junio-agosto), periodo durante el que prevé operar cerca de 659.000 vuelos, un 4,6% más que en el mismo trimestre de 2017, a pesar del contexto de incertidumbre, ha informado este viernes el gestor de navegación aérea en un comunicado.
Entre dichas incertidumbres, el proveedor cita el Brexit, el precio del combustible o la competencia de los nuevos destinos turísticos emergentes. Pese a ello, ENAIRE espera batir el récord de 2018.
El pasado verano, el proveedor de navegación aérea y matriz de Aena operó 629.816 vuelos de junio a agosto de 2018 y para este verano espera operar en torno a 658.800 vuelos, un 4,6% más (unos 29.000 vuelos más). En temporada alta se gestionan puntas de tráfico de más de 7.000 vuelos al día.
Dicho plan moviliza iniciativas y medidas en el ámbito técnico y operativo, tanto nacional como internacional, así como en materia de reforzamiento de la plantilla de controladores, y está diseñado desde el sentido de la anticipación, tanto en esfuerzo inversor como en personal. A nivel corporativo, contempla acciones en cada una de las cinco regiones: Centro-Norte, Este, Sur, Balear y Canaria.
84 NUEVOS CONTROLADORES ESTE AÑO.
En 2019 se incorporaron 84 nuevos controladores aéreos, de los cuales se espera que 63 puedan estar habilitados de acuerdo a los procesos de instrucción. De estos 63, más de la mitad (34) irán destinados a la Región Este, que incrementa su plantilla de controladores de 456 a 490. La última convocatoria, publicada
en el BOE el pasado 2 de noviembre, es de 131 plazas de personal fijo. En tres años, se han convocado 367 plazas.
En cuanto a la inversión prevista en modernización tecnológica para este año 2019 supera los 100 millones de euros, sobre un presupuesto inversor total del Plan Estratégico, el Plan de Vuelo 2020, de 370 millones de euros.
Hay que recordar que desde enero es efectiva la reducción del 12%, de las tasas de ruta (Península y Canarias), así como la congelación de las tarifas de aproximación), que supondrá una merma
consejo de administración de ENAIRE ha aprobado el Plan de Verano 2019 (junio-agosto), periodo durante el que prevé operar cerca de 659.000 vuelos, un 4,6% más que en el mismo trimestre de 2017, a pesar del contexto de incertidumbre, ha informado este viernes el gestor de navegación aérea en un comunicado.
Entre dichas incertidumbres, el proveedor cita el Brexit, el precio del combustible o la competencia de los nuevos destinos turísticos emergentes. Pese a ello, ENAIRE espera batir el récord de 2018.
El pasado verano, el proveedor de navegación aérea y matriz de Aena operó 629.816 vuelos de junio a agosto de 2018 y para este verano espera operar en torno a 658.800 vuelos, un 4,6% más (unos 29.000 vuelos más). En temporada alta se gestionan puntas de tráfico de más de 7.000 vuelos al día.
Dicho plan moviliza iniciativas y medidas en el ámbito técnico y operativo, tanto nacional como internacional, así como en materia de reforzamiento de la plantilla de controladores, y está diseñado desde el sentido de la anticipación, tanto en esfuerzo inversor como en personal. A nivel corporativo, contempla acciones en cada una de las cinco regiones: Centro-Norte, Este, Sur, Balear y Canaria.
84 NUEVOS CONTROLADORES ESTE AÑO.
En 2019 se incorporaron 84 nuevos controladores aéreos, de los cuales se espera que 63 puedan estar habilitados de acuerdo a los procesos de instrucción. De estos 63, más de la mitad (34) irán destinados a la Región Este, que incrementa su plantilla de controladores de 456 a 490. La última convocatoria, publicada en el BOE el pasado 2 de noviembre, es de 131 plazas de personal fijo. En tres años, se han convocado 367 plazas.
En cuanto a la inversión prevista en modernización tecnológica para este año 2019 supera los 100 millones de euros, sobre un presupuesto inversor total del Plan Estratégico, el Plan de Vuelo 2020, de 370 millones de euros.
Hay que recordar que desde enero es efectiva la reducción del 12%, de las tasas de ruta (Península y Canarias), así como la congelación de las tarifas de aproximación), que supondrá una merma de 100 millones de euros en los ingresos de la entidad a consecuencia de esta rebaja para las compañías aéreas.
PUNTUALIDAD.
En el capítulo de la puntualidad, la demora total debida a regulaciones españolas en 2018 representó el 30% del total de regulaciones, que incluyen las demoras europeas sobre vuelos gestionados por ENAIRE. En el total de demora europea, el peso de la demora en ruta del proveedor español fue del 6,7%.
Porcentualmente, el incremento de tráfico aéreo en España fue 1,6 veces superior al europeo, pero sin embargo la evolución de las demoras fue mucho más satisfactoria, ya que la demora en ruta por vuelo en nuestro país representó una tercera parte de la europea. Si además descontásemos el efecto meteo, la demora quedaría reducida al 0,43%, explica el gestor de navegación aérea.
En el total de la red, la demora media por vuelo en ruta (indicador del nivel de calidad de servicio para los proveedores de servicio de navegación aérea europeos) fue de 0,59 minutos/vuelo descontando los efectos no imputables, como los episodios de huelga de proveedores de servicio de países colaterales, que afectaron especialmente al Aeropuerto de Barcelona-El Prat.
100 millones de euros en los ingresos de la entidad a consecuencia de esta rebaja para las compañías aéreas.
PUNTUALIDAD.
En el capítulo de la puntualidad, la demora total debida a regulaciones españolas en 2018 representó el 30% del total de regulaciones, que incluyen las demoras europeas sobre vuelos gestionados por ENAIRE. En el total de demora europea, el peso de la demora en ruta del proveedor español fue del 6,7%.
Porcentualmente, el incremento de tráfico aéreo en España fue 1,6 veces superior al europeo, pero sin embargo la evolución de las demoras fue mucho más satisfactoria, ya que la demora en ruta por vuelo en nuestro país representó una tercera parte de la europea. Si además descontásemos el efecto meteo, la demora quedaría reducida al 0,43%, explica el gestor de navegación aérea.
En el total de la red, la demora media por vuelo en ruta (indicador del nivel de calidad de servicio para los proveedores de servicio de navegación aérea europeos) fue de 0,59 minutos/vuelo descontando los efectos no imputables, como los episodios de huelga de proveedores de servicio de países colaterales, que afectaron especialmente al Aeropuerto de Barcelona-El Prat.