La UC sufre desde el pasado mes de noviembre un proceso de amenaza y chantaje que se inicia con el envío de un anónimo, matasellado el día 10 de diciembre de 2018 y recibido por distintos destinatarios días después, en el que se denuncia una falsificación de firmas de un proceso administrativo. En el mismo se afirma, entre otras cosas, que han sido realizadas diversas grabaciones que afectan al rector y que serán utilizadas como medida de coacción sobre él. Este anónimo tiene como destinatarios entre otros; la Fiscalía de la Comunidad de Autónoma de Cantabria y el rector de la Universidad. Es relevante destacar que el rector recoge este anónimo el día 24 de diciembre, debido a que le es enviado a su domicilio particular, usando una dirección no actualizada. Los puestos fueron puestos inmediatamente en conocimiento de los responsables policiales que procedieron a iniciar una investigación sobre los hechos.
El día 11 de diciembre de 2018 el medio digital OK Diario publicó un artículo en el que se denuncian presuntas irregularidades en el proceso de contratación de personal vinculado a diferentes proyectos de investigación.
El rector ha tildado esta actuación como ‘muy grave‘ y está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias y salvar así la honorabilidad de una institución pública como es la Universidad de Cantabria.
Las amenazas son inadmisibles y, con toda seguridad, persiguen intereses distintos de los objetivos de la institución. El rector y su equipo de gobierno manifiestan que no va a consentir ni un acto más de chantaje o amedrentamiento y, por supuesto, ni un leve comentario falaz o torticero que ponga en enttredicho la imagen y el prestigio que, muy duramente, ha logrado esta institución.
Pie de foto: de izquierda a derecha, Anabitarte, Pazos y Ruiz en la rueda de prensa.