Desde su Proclamación ante las Cortes Generales, Su Majestad el Rey inició el camino de la modernización de la Corona para hacerla merecedora del respeto y la confianza de los ciudadanos bajo los principios de ejemplaridad, transparencia, rectitud e integridad en sus comportamientos.
En aquel acto solemne del 19 de junio de 2014, Su Majestad el Rey afirmó en sus palabras que … “Hoy, más que nunca, los ciudadanos demandan con toda la razón que los principios morales y éticos inspiren -y la ejemplaridad presida- nuestra vida pública. Y el Rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser no sólo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de todos los ciudadanos.”
Esa demanda de regeneración pública está muy presente en los millones de personas que afrontan su trabajo cotidiano con esfuerzo y honradez, con vitalidad y generosidad; personas que, a diario, cumplen con sus obligaciones, ponen de manifiesto sus valores cívicos y así construyen y definen el futuro de nuestro país.
Esa demanda ciudadana inspira y está presente en los mensajes y en las medidas que ha ido adoptando Su Majestad el Rey para dar cumplimiento a su compromiso de renovar la Monarquía para un tiempo nuevo.
Por todo ello, Su Majestad el Rey guiado por ese mismo espíritu de servicio y compromiso cívico añade hoy a sus responsabilidades constitucionales su decisión personal de hacer público su patrimonio, que asciende a la cantidad de 2.573.392,80 euros.