25/11/2024

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¿Sabías que las latas de refresco del contenedor amarillo pueden ser utilizadas para fabricar la llanta de una bicicleta?

¿Sabías que las latas de refresco depositadas en el contenedor amarillo pueden ser utilizadas para fabricar algunas de las partes de la llanta de una bicicleta? ¿Alguna vez te has parado a pensar en que las cajas de cereales que llevamos al contenedor azul sirven para elaborar la portada de un libro?

Estos son tan sólo dos de los muchos ejemplos que ilustran lo que es la denominada economía circular, es decir, un modelo de producción y consumo que implica la correcta gestión de los residuos para su posterior reciclaje con el objetivo de que puedan ser reutilizados tantas veces como sea posible, reduciendo así la explotación de nuevas materias y recursos naturales. Se trata de una realidad que ya está presente en la industria cántabra, a través de empresas como Textil santanderina, que elabora en Cabezón de la Sal tejidos con plásticos recogidos del mar; James Hardie Spain, que fabrica en Orejo placas de fibroyeso con el cartón recogido por MARE o de OMT y Formaspack, con varias sedes, tres de ellas en Reocín, especialistas en dar a una segunda vida a los residuos de plástico transformándolos en envases de PET para el sector alimentario.

Sus nuevos modelos de producción pueden verse en la exposición ‘Cantabria Circular’, una muestra itinerante que se enmarca dentro de la Campaña “El mudo. Recicla más. Mejor. Siempre”, promovida por la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, la empresa pública MARE y Ecoembes y que este jueves ha recalado en el Centro Cultural Quijano del Ayuntamiento de Piélagos. Convertir los residuos en recursos Delia Humada, responsable de Educación Ambiental de MARE, ha explicado que la finalidad de este proyecto es concienciar a la población, en general, de la importancia de su colaboración en todo el proceso que hace posible que los residuos se conviertan en nuevos recursos, que se puedan aprovechar.

“Las personas son una parte fundamental”, ha recalcado Delia Humada, quien ha explicado que, a partir de pequeños gestos y adquiriendo sencillos hábitos cotidianos como separar los residuos domésticos y depositarlos en el contenedor correcto, todos tenemos “una grandísima importancia” y jugamos “un papel esencial” para que todo el proceso posterior pueda funcionar. La responsable de Educación Ambiental de MARE ha hecho hincapié en que para que un residuo pueda seguir su camino, “el primer paso lo damos en el hogar”. En este sentido, ha incidido en que “las decisiones que tomamos con nuestros residuos son claves para que luego caminen hacia un aprovechamiento, así como para eliminar, en la medida de lo posible, lo que acaba en el vertedero”.

¿Sabemos usar bien los contenedores?
Delia Humada ha asegurado que cuando utilizamos bien los contenedores garantizamos que los residuos se conviertan en materia prima para fabricar nuevos envases. Sin embargo, también ha reconocido que, a diario, “surgen muchas dudas”.
“El contendor azul para papel y cartón es con el que menos dudas hay, salvo cuando se tira el brick porque por fuera es de cartón, pero debe depositarse en el amarillo, el de los envases como las latas, pero no el de pequeños objetos de plástico como un cepillo de dientes o un juguete”, ha ejemplificado. En la misma línea, ha apuntado que el contenedor de vidrio, aunque “todo el mundo lo tiene muy identificado”, no es el lugar para depositar copas, vasos ni cristal de una ventana, unos residuos que, por el contrario, hay que llevar a un punto limpio. La responsable de Educación Ambiental de MARE ha anunciado que, para solventar posibles dudas, dentro de la web de la campaña (https://cantabriacircular.com/) hay un buscador, para saber dónde depositar correctamente un residuo (https://cantabriacircular.com/buscador-de-reciclaje/).

El quinto contenedor marrón
Delia Humada también se ha referido al proyecto piloto que MARE está desarrollando para implantar el quinto contenedor, de color marrón, para la recogida separada de biorresiduos o materia orgánica, a la que estamos obligados por normativa.  “En 2023 todos los municipios de más 5.000 habitantes deberían tener un contenedor de estas características”, ha apostillado. Por ello, según ha dicho, MARE los ha instalado en 11 municipios de la zona del Besaya para ver cómo se desarrolla y analizar cuál es el sistema que mejor funciona y es que, en su opinión “los municipios tienen que empezar a pensar en ello”.

Preguntada por el destino de los residuos depositados en el quinto contenedor, ha comentado que serán tratados en Meruelo, de la misma manera que cualquier persona, a nivel individual, puede hacerlo con una pequeña compostadora. A este respecto, se ha mostrado convencida de que la reutilización de los biorresiduos como compost es “una buena solución” para nuestra materia orgánica. “El que tenga un pequeño jardín es una cosa sencilla y práctica, que evita, entre otras cosas, comprar abono químicos”, ha añadido.

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