Cantabria, Asturias, Galicia y País Vasco han pedido hoy al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación medidas urgentes para paliar la “grave” situación por la que atraviesa el sector primario ante las dificultades que la pandemia, primero, y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, en la actualidad, está provocando en las actividades ganaderas, agrícolas y pesqueras de la Cornisa Cantábrica con una situación generalizada de venta a pérdidas que, en caso de mantenerse en el tiempo, puede suponer un riesgo sistémico para el sector.
Los consejeros de Desarrollo Rural de las cuatro comunidades autónomas -Guillermo Blanco (Cantabria), José González (Galicia), Alejandro Calvo (Asturias) y Arantxa Tapia (País Vasco) han trasladado este “necesaria” y “urgente” necesidad al ministro Luis Planas, durante la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural y el Consejo Consultivo de Política Agrícola que se ha celebrado en Madrid de manera presencial, con la asistencia de los representantes de las distintas comunidades autónomas, incluida Cantabria.
En concreto, han solicitado medidas para evitar un posible desabastecimiento de cereales para alimentación animal, teniendo en cuenta que Ucrania es uno de principales exportadores mundiales de trigo, maíz, girasol, harina y aceite de girasol, y España importa de este país una media anual de 2,7 millones de toneladas de maíz, 233.000 toneladas de torta de girasol y 500.000 toneladas de aceite de girasol.
Ante estos datos, las cuatro comunidades autónomas de la Cornisa Cantábrica han solicitado al Ministerio que continúe en la línea de facilitar la importación de cereales procedentes de países que actualmente cuenta con limitaciones, ya sean nacionales o comunitarias.
“Esta medida debe adoptarse con suma urgencia, tanto para evitar desabastecimiento de materia prima como la fuerte especulación que se está produciendo en estos momentos por la incertidumbre existente”, han coincidido en destacar.
También han pedido al Ministerio que promueva un gran acuerdo de entendimiento entre la distribución, la industria y los ganaderos a nivel nacional para que la distribución y la industria habiliten los mecanismos necesarios para incrementar el precio actual de los contratos de venta de los productos ganaderos con una prima de emergencia y temporal que garantice la viabilidad y sostenibilidad económica del sector, cumpliendo con la obligación legal de evitar la destrucción del valor en la cadena alimentaria.
Del mismo modo, mecanismos específicos de control que garanticen el cumplimiento de la prohibición de venta a pérdidas; contribución financiera y técnica para que las comunidades autónomas cumplan de manera adecuada los controles relacionados con la modificación de la Ley de la Cadena Alimentaria, y el reconocimiento de informes de costes de producción elaborados por observatorios regionales como medio de prueba válido para la acreditación de los costes de producción.
“La situación de venta a pérdidas generalizada que vive el sector ganadero español deriva de la escasa capacidad negociadora que tienen los operadores del sector y eso impide que los precios de venta de sus productos cubran el importante incremento de costes de producción que se ha producido en el sector desde el año pasado, agravado por la invasión rusa de Ucrania”, han explicado.
Subida de precios
Por ello, han considerado necesario conseguir que el conjunto de la cadena alimentaria perciba la necesidad inmediata de subir los precios de los productos ganaderos para garantizar la viabilidad y sostenibilidad económica del sector.
Una subida que, a su parecer, “debe hacerse garantizando el cumplimiento de la obligación legal de evitar la destrucción del valor en la cadena alimentaria, de manera que cada operador deberá pagar al inmediatamente anterior un precio igual o superior al coste de producción”.
Una subida “necesaria” de los precios de los productos ganaderos que, en su opinión, debe ir acompañada de un paquete de medidas financieras que doten de liquidez inmediata al sector ganadero, tales como la creación de una línea específica territorializada y con condiciones simplificadas de concesión para permitir su acceso a la totalidad de las explotaciones que lo requieran.
Asimismo, han planteado al ministro una moratoria de un año en las amortizaciones de capital de los préstamos vivos a largo plazo concedido a las explotaciones ganaderas; la habilitación de ayudas para el anticipo inmediato de la Política Agraria Común (PAC) 2022 a las explotaciones ganaderas; la revisión del marco europeo de las ayudas de minimis para poder actuar de manera puntual con ayudas directas de forma excepcional y sin la aplicación de los límites actualmente establecidos para el sector agrícola, además de promocionar un mecanismo extraordinario de ayudas al sector ganadero, utilizando fondos FEADER, en el marco de los vigentes Programas de Desarrollo Rural (PDR).
De igual modo, han solicitado que se apliquen medidas excepcionales de flexibilización de la PAC para poder ampliar las superficies destinadas al cultivo de cereales, oleaginosas y la alimentación del ganado, así como la creación de manera inmediata de un grupo de alto nivel, con participación del Ministerio y las comunidades autónomas, para elaborar una batería de propuestas que mejoren la situación de agricultores y ganaderos en el ámbito fiscal y laboral.
“Es necesario actuar con rapidez y determinación con medidas que puedan contribuir a paliar esta grave situación”, ha reclamado el consejero cántabro Guillermo Blanco, quien se ha mostrado partidario de trasladar estas reivindicaciones, tanto al próximo Consejo de Ministros que se celebrará en Bruselas, como a la próxima Conferencia de Presidentes, con el que fin de tanto España como la Unión Europea actúen con urgencia. “Estamos ante una cuestión de Estado y debemos actuar como tal”, ha remarcado Blanco.
Servicios mínimos
El consejero cántabro ha trasladado al ministro la petición de los representantes del sector primario de organizar servicios mínimos con el fin de garantizar la recogida de leche en las ganaderías de la región, así como la distribución de los productos de primera necesidad que producen las industrias lácteas de la Comunidad Autónoma.
Blanco ha considerado necesario que en estos momentos de tanta dificultad se garantice el suministro de piensos a las explotaciones ganaderas con el fin de preservar la salud y la vida de los animales; garantizar la recogida de leche y el transporte de animales al matadero; asegurar la salida de leche, carne y otros productos lácteos desde las fábricas a los puntos de venta, y abastecer a las explotaciones a las explotaciones del combustible que necesitan para el funcionamiento diario de máquinas y tractores.
Ha recordado que el sector primario de Cantabria se ha visto “muy perjudicado” desde que el año pasado comenzaron a subir de manera constante los costes de producción y la correspondiente subida de los precios de venta de sus productos no ha sido suficiente para un sector, el de la Cornisa Cantábrica, con unas características peculiares y un importante número de explotaciones ganaderas, fundamentalmente de vacuno, de carácter familiar y vinculadas al territorio, con una dimensión reducida y fuertemente condicionada por la orografía de la zona.
Sector pesquero y agroalimentario
“Estas explotaciones constituyen un elemento estratégico y esencial para nuestro sector primario, contribuyendo a la lucha contra la despoblación y el abandono del territorio rural de toda la Cornisa Cantábrica”, ha defendido Blanco, quien ha aprovechado el encuentro para denunciar la “difícil” situación que también está atravesando el sector pesquero de la región, “a los que no les sale rentable salir a faenar por el alto precio del gasoil, a pesar de que nos encontramos en plena costera de la caballa y el bocarte, dos especies fundamentales para la sector de la Cornisa Cantábrica”.
“Actualmente el precio del gasoil ha subido un 300% respecto al precio del gasoil del año pasado y, sin embargo, los precios de venta no están siendo incrementados, sino que, en su lugar, se están pagando por debajo a lo de años anteriores”, ha denunciado el consejero, quien ha advertido que el sector pesquero no puede mantener la actividad y con ello está destinado al colapso.
Ha recordado que en la actualidad Cantabria está inmersa en las principales costeras para la flota, como son la caballa y el bocarte, y los barcos, ha lamentado, no pueden enrolar a las tripulaciones porque no les es rentable la actividad, sobre todo, en el caso de los barcos de anzuelo dedicados a la caballa, que, en el caso de Cantabria, la flota está formada por 84 barcos que no van a poder abrir este año.
A ello hay que unir la huelga de transporte que “pone en peligro el movimiento del pescado desde las lonjas a los almacenes de destino y, por lo tanto, provocad que la flota no pueda pescar, ya que no puede vender sus capturas, altamente perecederas”.
En el caso de las industrias agroalimentarias, Blanco ha explicado que la falta de suministro de materias primas está provocando un desabastecimiento de productos esenciales para el sector que ponen en serie peligro la producción de los alimentos más importantes de la región, tales como sobaos, galletas, anchoas, repostería y patatas fritas, así como aceites y margarinas de girasol.
Al mismo tiempo, ha dicho que se está produciendo un encarecimiento de materias primas, como la mantequilla, “esencial para la producción de sobaos”, y el aceite de oliva, para la industria conservera, así como el encarecimiento de los costes de producción, lo que está provocando el cierre de algunas instalaciones por no poder hacer frente a los fuertes incrementos en la subida de las facturas de luz o gas.
A todo ello hay que unir los problemas derivados de la huelga de transportistas y que afecta de manera “muy negativa” a la recogida de leche en las granjas y el consiguiente desabastecimiento de este producto esencial para la población, la falta de materia prima para las plantas de envasado y el problema ambiental que puede suponer “el deshacerse de la leche que no se recoge a diario, ya que los animales no dejan de producir”.
Por todo ello, ha considerado necesaria la búsqueda de fuentes de suministro de los insumos que ya no están accesibles en el mercado, reducir el precio de la energía para mantener la viabilidad del sector, y buscar una solución al problema del transporte que tanto afecta y repercute en todas las cadenas de producción con daños irreversibles para el sector ganadero y pesquero de la región.