La comisión de Presupuestos del Parlamento Europeo respaldó el lunes dedicar 2,8 millones de euros a apoyar a 450 trabajadores que perdieron su empleo por el cierre de la planta de Nissan en Barcelona.
Con 37 votos a favor y uno en contra, los eurodiputados dieron su visto bueno a la dotación del Fondo de adaptación a la globalización para trabajadores despedidos. El informe, que todavía debe ser aprobado por el pleno -en principio, la semana próxima- destaca las repercusiones sociales de los despidos para Cataluña, donde la industria automovilística es el tercer sector más importante (después del químico y el de alimentación) tanto en términos de volumen de negocio como de empleo.
El cierre de Nissan en Barcelona, como parte de su estrategia para reducir su presencia en Europa y centrase en China, Norteamérica y Japón, dio lugar a más de 2.500 despidos directos y a la pérdida de 8.000 puestos de trabajo entre sus proveedores. Esta solicitud de ayuda tiene que ver con diez empresas suministradoras a las que la decisión de Nissan abocó al cierre o a ajustes de empleo significativos.
El coste total de las ayudas previstas por las autoridades españolas es de 3,3 millones de euros, de los que el Fondo europeo cubrirá el 85% (2,8 millones). El dinero financiará asistencia personalizada en la búsqueda de empleo, formación y apoyo en iniciativas de autoempleo.
Contexto
En virtud del nuevo reglamento 2021-2027 del Fondo de Adaptación a la Globalización, este continuará apoyando a los trabajadores y autónomos cuya actividad se vea interrumpida, pero ahora podrá extender la ayuda a aquellos afectados por reestructuraciones de todo tipo, incluidas las consecuencias adversas de la crisis del COVID-19, así como tendencias imperantes como la decarbonización y la automatización. Los Estados miembros pueden pedir ayudas a partir de doscientos empleos perdidos en un periodo de tiempo específico.
Fuente: Parlamento Europeo.