La Revuelta de Mujeres en la Iglesia convoca el próximo domingo 6 de marzo al mediodía el acto público para defender la dignidad y la igualdad de las mujeres en la Iglesia. La concentración tendrá lugar en la plaza de la Catedral de Santander, esta vez bajo el lema ‘En la Iglesia con voz y voto, por la igualdad y la dignidad de las mujeres’. A pesar de que identifican “algunos gestos” para avanzar hacia una mayor inclusión de la mujer en determinados espacios eclesiales, los consideran insuficientes: “Las mujeres estamos capacitadas y llamadas a participar en todos los espacios de decisión y también algunas nos sentimos llamadas a practicar los ministerios”.
Aseguran que «hay una nueva conciencia sobre la igualdad de la mujer en la Iglesia que empuja hacia un nuevo modelo de participación y de gobierno eclesial». En este sentido preparan el Sínodo de mujeres 2022, que se celebrará la primera quincena de Octubre de 2022: “Estamos comprometidas en una Iglesia por la inclusión, el reconocimiento la paridad y la sinodalidad”.
Se trata de un proceso que ya han iniciado y en el que tratan: la situación de las mujeres en la Iglesia; cuál ha de ser la participación y representación de todos y todas las creyentes; cuál debería ser la estructura de la Iglesia para ser verdadera asamblea del pueblo de Dios y cómo debe ser su transparencia; cómo vivir la Vida sacramental y cómo ser semilla de esperanza en la Iglesia.
Hacia un nuevo modelo de gobierno en la Iglesia
Uno de los ámbitos en los que quiere incidir la Revuelta de Mujeres en la Iglesia es el reconocimiento y la apertura de procesos judiciales y de reparación ante los abusos a niños y mujeres: “Estamos trabajando para que la Conferencia Episcopal Española de el paso y la conversión para reconocer los sufrimientos de todas las víctimas y haga justicia y reparación que se precisa”. En la carta que han firmado, ‘Pasar de la Luz en las Tinieblas’, piden la creación de una Comisión de la Verdad con carácter independiente, que acabe la ocultación de abusos y la apertura de espacios de escucha y acompañamiento.
Como colectivo participan en el proceso del Sínodo sobre la Sinodalidad, que culminará en el encuentro de los obispos de 2023: “Creemos que una Iglesia sinodal es urgente y necesaria, una Iglesia en la que la única autoridad sea la del servicio y donde todos los consejos pastorales sean deliberativos, decisorios y con participación de toda la Iglesia”.
En el proceso de preparación del Sínodo sobre la Sinodalidad, que pide la participación de todos los creyentes en la fase de consulta, reivindican también que se las incluya en las deliberaciones «porque supondría un enriquecimiento para toda la Iglesia».
Llamadas a participar
Desde la Revuelta de Mujeres en la Iglesia alertan de que «la Iglesia se está perdiendo un caudal de aportación intelectual, emotiva y de efectividad que empobrece al conjunto«. Y critican también que esta exclusión, además de excluir talento y experiencia de la institución, es básicamente injusta: “No es de justicia reducirnos a ser únicamente receptoras de lo que han decidido los varones; Jesús no hace distinciones, ¿por qué las han impuesto los varones?”, se preguntan. Las mujeres que forman parte de la coordinadora creen que «si los varones leyeran la historia en un sentido crítico, seguro que actuarían de otra manera».
A pesar de la dificultad de promover cambios en una institución milenaria, La Revuelta ( ha trazado complicidades con otras redes internacionales. Y defienden una actitud positiva y motivadora: «Las mujeres, y los laicos en general, nos sentimos llamadas a participar en la misión de la Iglesia», apuntan desde la organización.
Defienden que “el Bautismo no nos da sólo la dignidad de hijas de Dios al igual que los varones, sino que también, al hacernos ‘pueblo de Dios’ con los mismos derechos y deberes, queremos que se nos escuche en aquellas cuestiones que atañen al pueblo y no que se nos excluya sencillamente por razones de sexo”.
Cambios “pequeños e insuficientes”
Desde la última concentración, el movimiento ha constado pequeños cambios en la Iglesia, pero los considera «pequeños e insuficientes». El único campo en el que sí identificarían una señal de transformación es el anuncio y puesta en marcha del Sínodo de obispos, que ha convocado al papa Francisco para toda la Iglesia. Pero creen que «no es garantía de que podamos avanzar».
El propio papa Francisco ha nombrado recientemente a varias mujeres en funciones de responsabilidad en el Vaticano. Entre otros, la religiosa javeriana Nathalie Becquart, como la Secretaria del Sínodo; la hermana Alessandra Smerilli como secretaria interina del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral y delegada de la Comisión vaticana Covid-19; o la laica Francesca Di Giovanni, funcionaria de la Secretaría de Estado, como nueva subsecretaria de la Sección para las Relaciones con los Estados.
La Revuelta de Mujeres en la Iglesia creen que «son pasos muy pequeños, pero estas mismas mujeres pueden abrir paso a otras», apuntan. Sin embargo, defienden que esto puede ocurrir “en más años de los que son necesarios” y piden mayor celeridad y agilidad.
Nuevas redes de participación y concienciación
La convocatoria del 6 de marzo se hace de forma coordinada con 15 grupos del resto del Estado -Badajoz, Barcelona Bilbao, Córdoba, Granada, Las Palmas de Gran Canaria, Logroño, Madrid, Pontevedra, Santiago de Compostela, Sevilla, Valencia, Vigo, Vitoria y Zaragoza que también celebrarán actos reivindicativos el mismo día.
La Revuelta de Mujeres en la Iglesia forma parte del movimiento internacional Catholic Women Council (CWC), con grupos y colectivos de mujeres creyentes y feministas de los cinco continentes. «Seguimos denunciando la discriminación y la vulneración de los derechos las mujeres dentro de la Iglesia católica, y reivindicamos el trabajo de las mujeres que desde hace años luchan desde dentro por cambiar la institución».
La Revuelta es heredera de otros grupos que desde hace más de 30 años y reivindican una larga tradición de lucha que arranca en el primer cristianismo y las primeras comunidades cristianas, y continúa con multitud de mujeres fundadoras de órdenes y congregaciones, místicas, escritoras, poetas o filósofas pero sobre todo con la tarea invisible de muchas mujeres anónimas de todas las edades, condiciones y continentes que han sostenido las comunidades y la Iglesia.
Documentación:
● Los diversos colectivos de la Revuelta han firmado la carta ‘Pasar de la Luz a las Tinieblas’
● Manifesto fundacional: ‘Por la igualdad y la no discriminación de las mujeres en la Iglesia’