La programación del Palacio de Festivales de Cantabria de esta semana presenta el sábado 22 en la Sala Argenta a las 19.30 horas, ‘El viaje a ninguna parte’ de Fernando Fernán Gómez, una adaptación teatral de Ignacio del Moral dirigida por Ramón Barea que cuenta con Patxo Telleria, Mikel Losada, Itziar Lazkano, Irene Bau y Olatz Ganboa, entre otros, en la interpretación.
Sábado 22 de enero. Sala Argenta. 19:30 h | Teatro
‘El viaje a ninguna parte’, de Fernando Fernán Gómez
Adaptación teatral, Ignacio del Moral | Dirección, Ramón Barea
Con Patxo Telleria, Mikel Losada, Ramón Barea, Itziar Lazkano, Irene Bau, Olatz Ganboa, Diego Pérez y Adrián Garcia de los Ojos
Espacio escénico: Jose Ibarrola
Música: Adrián García de los Ojos
Vestuario: Betitxe Saitua
Iluminación: David Alkorta
Atrezzo: María Casanueva
Ayudante de dirección: Galder Sacanell
Ayudante vestuario: Karmele Corona
Duración: 120 min. Sin descanso
“¡Hay que recordar!, ¡hay que recordar!”, dice Carlos Galván, hijo y nieto de Galvanes, en su tragicómico delirio final. ‘El viaje a ninguna parte’ nos habla de una forma de ejercer la profesión de cómico en una compañía ambulante. En realidad, nos habla del oficio. Pequeño micro mundo de vida y resistencia. Tradición de siglos que constantemente renace con diferentes itinerarios. Es un homenaje a la profesión. Un oficio vocacional donde los haya. “¡Qué oficios, qué oficios!”, que perdura y se reinventa de siglo en siglo. Muere y renace. A pesar del cine, del cine sonoro, de la radio, de la televisión, de internet…
La novela en que se basa la obra está hecha por un cómico, hijo de cómicos, criado entre cómicos y sabe de qué habla, cómo habla, por qué habla. Tiene memoria. Tiene vida. ‘El viaje a ninguna parte’ se ha convertido en una metáfora permanente de este arte del teatro que renace en cada función, se eche donde se eche, es única e irrepetible. No será igual en Tres Cantos, que en el Cabezales que en Hinojera, por poner un ejemplo. Ni se duerme igual en ninguno de esos sitios, hay camas y camas. Estas cosas solo se entienden si se viven, por eso lo mejor es que se vengan con nosotros, invitamos al espectador a este viaje. Un viaje en el que, aunque nosotros sigamos, ustedes se pueden apear cuando les plazca. Es solo teatro, aunque tiene veneno. El teatro tiene veneno. ¡Vamos, que sale el autobús! Ramón Barea.