¿Alguien se ha llevado las letras a su salón, a su jardín o las ha tirado a la bahía? ¿Las han metido en un auto, se lo llevaron a mano o entre varios? La sociedad en la que vivimos requiere hacerse ver que algo sucede en uno de los países más avanzados del mundo. Son varios los Colegios Oficiales de Psicólogos quienes argumentan que son múltiples los factores que pueden llevar a una persona a cometer actos vandálicos, y algunos añaden que en la mayoría de los casos suelen ser comportamientos adquiridos desde la infancia y que se desarrollan en la adolescencia.
Las restricciones obligadas que han venido motivadas por el Covid-19 en toda la sociedad y el confinamiento han generado frustración en la sociedad, una frustración que no todo el mundo ha sabido tolerar y que al final se ve reflejado en acciones como pueden ser actuar contra el mobilairio urbano.
Sea como fuere, lo cierto es que una sociedad avanza en la medida que el estado de bienestar es un disfrute social, porque previamente esa sociedad participa económicamente en ese crecimiento de la sociedad. Los impuestos de la ciudadanía hacen posible que las instituciones públicas construyan un mundo mejor y también más solidario. Lo que está claro es que no todo el mundo participa de esta opinión.