22/11/2024

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Cinco comercios afectados por inundación y humedades en Isabel II y Juan de Herrera

Una peletería, un banco, un local cerrado en la actualidad, un comercio de ropa y una inmobiliaria son los afectados, de momento, por la negligencia de la UTE formada por las empresas ACEINSA Movilidad y GICSA. Lo que en principio era una obra proyectada para seis meses, presentada por la alcaldesa de Santander Gema Igual y por el responsable de Obras en el Ayuntamiento, César Díaz, se ha convertido en una pesadilla para vecinos y algunos de los propietarios de locales colindantes porque las aguas fluviales no han sido recogidas. Prueba de ello es el hecho de que las obras no han terminado, se ha levantado el suelo de nuevo y ha sido Aqualia quien «sale al rescate» de una obra que, según algunos vecinos «ni los portugueses lo terminaron».

En enero de 2021 el Ayuntamiento de Santander inició las obras de renovación urbana de las calles la Paz y el último tramo de Francisco de Quevedo (a partir de la plaza de Los Remedios), que en principio era para modernizar el entorno y semipeatonalizar. La propia alcaldesa, Gema Igual, y el concejal de Fomento, César Díaz, asistieron al inicio de los trabajos, con una inversión municipal de 242.637 euros que ejecutará la UTE formada por las empresas ACEINSA Movilidad y GICSA con un plazo de seis meses. Aquello fue el 27 de enero de 2021 y el 27 de julio de 2021 se dieron por finalizadas las obras. Se dieron por finalizadas, pero no finalizaron.

En la ejecución inicial de la obra constaba que en las redes de abastecimiento, se conectaría la canalización existente en la calle Francisco de Quevedo con la de Isabel II; y en las de saneamiento, se sustituirían el colector (se está realizando) y las acometidas y se ejecutarán nuevos pozos de registro.

REALIDAD DE LAS OBRAS

La prueba más real de que las sobras no han sido bien ejecutadas en cuanto a las aguas residuales se refiere es el hecho que uno de los locales situado en la calle Paz se ha inundado de aguas residuales por más de 10 centímetros de altura. La entrada de las aguas le ha ocasionado a la peletería la obligación de cierre para limpiar la zona de humedad y que se pueda secar lo que le ha provocado una caída en ventas en la mejor época de turismo. Ha tenido que renovar la moqueta interior por dos veces, siendo un valor, solo en renovar el suelo, superior a los 25.000 euros cada vez que lo ha renovado. Y todo ello ha sido provocado por la fuga de agua que procede de la calle Francisco de Quevedo.

Una vez realizada la denuncia por parte del local afectado el Ayuntamiento de Santander reaccionó de forma positiva. Descubiertos algunos de los pavimentos de los adoquines de la calzada para poder entrar en el colector y las canalizaciones de agua, los servicios de Aqualia se encontraron con bichitos acuáticos. El agua ha fluido a sus anchas durante meses desde la calle Francisco de Quevedo hasta los bajos comerciales de la calle Paz y, por ende, hasta la calle Juan de Herrera. A fecha de septiembre de 2021, el local de la peletería de la calle Paz con entrada en Isabel II, el banco de LaCaixa que hace esquina, el comercio adyacente de venta de ropa, otro local anexo que permanece cerrado, así como una inmobiliaria, todos están afectados en su suelo por la fuga de agua procedente de la calle Francisco de Quevedo. Obra que fue encomendada a la UTE ACEINSA Movilidad y GICSA y que aún no ha finalizado.

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