La secretaria general de Podemos Cantabria y diputada nacional, Rosana Alonso, ha afirmado que la decisión del Consejo de Coordinación Estatal de Podemos de crear una gestora que dirija el partido hasta después de las elecciones, «es un atentado a la soberanía de Cantabria al pretender imponer a dedo una vez más a quienes nadie ha elegido y que nunca han ganado unas primarias en nuestra Comunidad».
Rosana Alonso denuncia que en un comunicado de prensa que Madrid «muestra una vez más un desprecio absoluto hacia las decisiones de los inscritos de Cantabria» al «eliminar» la dirección elegida por éstos en el momento en que esta dirección sanciona a la diputada Verónica Ordoñez «por razones políticas sobradamente argumentadas, la misma diputada que tratan de imponer sin primarias como candidata al Parlamento de Cantabria», añade.
Y critica que «sin ponerse en ningún momento en contacto» con la Secretaría General y «evitando todas las reuniones» que ha solicitado con la dirección estatal, «la última cancelada a unas horas del comienzo», desde Madrid filtran a la prensa la decisión de poner un «equipo técnico» en Cantabria «antes de notificar a ninguno de sus miembros ni la decisión ni las razones, como viene ocurriendo en los últimos meses».
«Madrid no nos permite votar, no conoce la situación y características de Cantabria, pasan por encima de los inscritos de nuestra tierra y evita que se lleven a cabo las investigaciones necesarias para salvaguardar los derechos fundamentales de las personas que se encuentran en conflictos», añade Alonso.
ANTECEDENTES
El Consejo de Coordinación Estatal de Podemos ha tomado esta decisión un día después de que la dirección del partido en Cantabria decidiera este sábado suspender cautelarmente de militancia a los diputados José Ramón Blanco y Verónica Ordóñez, tras la sucesión de acontecimientos ocurridos desde que trascendió la denuncia por acoso laboral que interpusieron contra él la propia Ordóñez, la secretaria general en Santander, Lydia Alegría, y la experiodista del partido.
La investigación interna que inició entonces el Comité de Seguridad y Salud Laboral desembocó en la inhabilitación de Rosana Alonso y otros dos miembros de la dirección para concurrir a las primarias por «no haber actuado» ante las denuncias de acoso laboral.
Tanto Alonso como las otras dos personas inhabilitadas -David González, secretario de Finanzas; y Belén Milán, secretaria de Feminismos-, interpusieron entonces una demanda por vulneración de derechos fundamentales, que ha provocado la suspensión cautelar del proceso de primarias por orden de un juzgado de Santander.
La dirección de Podemos Cantabria notificó el sábado que la suspensión de la militancia de los dos diputados regionales es cautelar y temporal, hasta que se resuelvan los procesos de investigación, tanto internos como judiciales, que se están llevando a cabo en la organización morada.
El acuerdo de la dirección de Podemos Cantabria también incluye la petición a Blanco de que entregue su acta, algo que ya le solicitó la formación a principios de semana y a lo que se opuso el implicado.
Tras la denuncias internas de acoso, Blanco admitió los hechos y dijo, el pasado mes de octubre, que renunciaba a su acta, extremo que no materializó al cogerse una baja médica.
Desde entonces, y hasta este último lunes, no había aparecido por la Cámara, a la que regresó tras trascender que llevaba un mes de alta y sin ir a trabajar. Su reincorporación propició que Ordóñez solicitase amparo a la Mesa para no sentarse a su lado en la sesión plenaria semanal. De cara al debate de presupuestos, celebrado el jueves, pidió el voto telemático, que le fue denegado, por lo que se cogió la baja.
Y dos días más tarde la dirección decidió suspender cautelarmente de militancia tanto a Blanco como a Ordóñez, en una reunión convocada en principio para analizar la situación de Blanco y su negativa a dejar el escaño.
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