Cantabria registró en nueve meses, del 31 julio de 2020 al 30 abril de 2021, un total de 694 ataques del lobo, con más de 1.210 cabezas de ganado muertas y otras 66 heridas, en 52 municipios, incluidos algunos de la costa occidental donde no eran habituales, unas cifras «similares» a las del año anterior.
«En estos momentos, está sobrepasado con creces las posibilidades territoriales de coexistencia entre el lobo y la ganadería en extensivo en Cantabria desde hace ya mucho tiempo», ha afirmado este jueves el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco (PRC), que considera que la situación será «insostenible».
Blanco ha hecho estas afirmaciones durante una rueda de prensa en la que ha dado a conocer la resolución del cupo de extracción del lobo para la temporada 2021-2022, que se publicará mañana, viernes, en el Boletín Oficial de Cantabria y que establece que se podrán abatir 34 ejemplares desde el 1 de agosto de este año al 31 de julio del que viene, bien en batidas autorizadas de jabalí o en controles de Guardería del Medio Natural.
En la temporada anterior, se extrajeron 36 ejemplares, 35 de ellos abatidos (30 por los servicios de Guardería y 5 en cacerías) y uno de ellos atropellado.
El consejero ha explicado que a la hora de establecer el cupo de extracción, que es una de las medidas más destacadas del plan de gestión del lobo en Cantabria, se tienen en cuenta factores como la población censada del lobo –se estima que hay 20 manadas con presencia en la comunidad, 7 compartidas con otras comunidades vecinas–, el daño que producen y la mortalidad de la especie.
Blanco ha señalado que el actual censo de manadas de lobo es 6 veces superior a la que había en 1998, cuando se empezó con este recuento, cuando no habitaban de forma permanente más de 3 manadas).
LA MEDIDA DECAERÍA SI SE INCLUYE AL LOBO EN EL LESPRE
El consejero ha destacado que el plan de gestión del lobo de Cantabria cumple con la Directiva Hábitat de la UE, actualmente en vigor y que permite el control poblacional del lobo en las poblaciones españolas al norte del río Duero.
Sin embargo, el consejero ha reconocido que si se cumple la «amenaza» de la ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, de incluir al lobo en el Listado de Especies Silvestres de Protección Especial (LESPRE), prohibiendo su caza a partir del 25 de septiembre, esto podría hacer decaer el plan de gestión del lobo y con ello la medida de control poblacional. En este sentido, Blanco ha vuelto a insistir que el Gobierno de Cantabria recurrirá, junto a las otras tres comunidades afectadas (Asturias, Galicia y Castilla y León) dicha orden ante los tribunales y pedirá su suspensión cautelar.
El consejero ha recordado que Cantabria y otras 9 comunidades ha pedido al Ministerio que primero hiciese un censo y llevará a cabo la renovación del plan nacional de gestión del lobo antes de decidir si el lobo había que incluirlo el lobo o no, propuesta de la que no han obtenido respuesta. «Hay una decisión precipitada por parte del Ministerio, una decisión ideológica, acientífica que nos lleva a un callejón sin salida en este momento más que ir a los tribunales», ha apostillado.
Blanco ha criticado que «ninguno de los que han tomado, desde los despachos de Madrid, esas decisiones, han pisado esta tierra para conocer la realidad ni han contado con los informes que reiteradamente» se les ha hecho llegar desde el Gobierno regional.
«Uno de los grandes problemas que en estos momentos tiene la España rural es que la mayoría de las decisiones que se toman, muchas de ellas en contra de las necesidades de los pueblos de Cantabria y del resto de España, se toman desde despachos urbanitas alejados del pueblo», ha censurado.
ATAQUES
Según los datos ofrecidos en la rueda de prensa por el consejero y el director general de Medio Ambiente, Biodiversidad y Cambio Climático, Antonio Lucio, los municipios más afectados por los ataques del lobo en en el periodo julio 2020-abril 2021 han sido la Hermandad de Campoo de Suso y Camaleño, donde se produjeron 121 y 56 ataques, respectivamente, con 126 y 192 reses muertas. También destacan Campoo de Enmedio, Polaciones, Los Tojos, Cabuérniga o Rionansa.
Municipios costeros como Valdáliga o Cabezón de la Sal también tienen cifras «significativas», con más de 20 ataques y 50 reses muertas en cada uno de ellos, unos datos que, según Blanco, demuestran «la estabilidad de la especie en lugares en los que no estaba presente hasta hace muy pocas fechas».
INDEMNIZACIONES Y AYUDAS
El consejero ha recordado que el Plan de Gestión del Lobo de Cantabria, aprobado en abril de 2019, cuenta con otras medidas al margen del control poblacional, como son algunas de carácter preventivo y compensatorio por los daños que producen los ataques del lobo en toda la comunidad. Para hacer frente a las indemnizaciones a los ganaderos, el Gobierno de Cantabria tiene contratado un seguro que le cuesta a la comunidad 750.000 euros.
Lucio ha explicado que, desde que se recibe la solicitud de indemnización de los ganaderos hasta que se abona por parte del seguro, pasan de media entre 3 y 6 meses. Además, menos de un 5% de las solicitudes son rechazadas.
Además, ha señalado que este año ha sido la primera vez que se han ejecutado las ayudas del Gobierno de Cantabria a los ganaderos para el mantenimiento de mastines o la construcción de cercados, de las que se han beneficiado ya 134 ganaderos. Además, está en tramitación la línea de pagos por servicios ambientales en ganadería extensiva en aquellas zonas donde más presencia hay del lobo dotada de 660.000 euros.