24/11/2024

nada personal, solo información

Ciudadanos tiene 2.300 militantes al corriente de pago en Madrid

El varapalo en la Comunidad de Madrid para la formación que dirige Inés Arrimadas no ha venido acompañado únicamente de unos resultados electorales pésimos el 4-M -perdieron más de medio millón de votos que fueron a parar al PP-, sino también de una tendencia descendente en el número de afiliados en la región. Según desvelan varias fuentes conocedoras de los datos de la formación naranja, Ciudadanos conserva alrededor de 2.300 militantes al corriente de pago en Madrid, una cifra muy lejana del pico de afiliación que lograron los liberales en la citada comunidad autónoma. Cuando Albert Rivera tocó techo, justo después de las generales de abril de 2019, el partido alcanzó los 7.000 inscritos, casi un 70% más de lo que actualmente conserva la formación, según publica elindependiente.com

La caída en el número de afiliados en Madrid -que hasta hace unas semanas, y con permiso de Cataluña, era uno de los principales bastiones de Ciudadanos- ha sido casi paralela al hundimiento electoral de la propia formación, que comenzó en las generales de noviembre de 2019. Las citadas fuentes coinciden en que cuando Inés Arrimadas tomó posesión como nueva presidenta del partido en marzo de 2020, la afiliación madrileña de la formación ya había sufrido una importante merma, aunque aún resistían más de 5.000 militantes a corriente de pago. En un año, esa cifra ha bajado a alrededor de 2.300 sólo en la Comunidad de Madrid, si bien es cierto que diversos cargos del partido señalan que el punto de inflexión de esa vertiginosa caída vino arrastrada por la «desafección» que causó la derrota sin paliativos en las elecciones catalanas y, sobre todo, el adelanto electoral de Madrid motivado por la fallida moción de Murcia.

Esta caída en el número de afiliados se traduce también en una merma considerable de ingresos, sobre todo si se repite el mismo patrón en el resto de España. No obstante, la solvencia económica no es un problema para la formación naranja, con un colchón lo suficientemente resistente como para amortiguar durante largo tiempo los golpes del partido en las urnas. Sin embargo, la fuerte bajada de la afiliación, al menos en la Comunidad de Madrid, podría agravarse en las próximas semanas, según los movimientos internos que detectan cargos madrileños que conservan aún el carné naranja. «Que no dimitiese nadie tras el batacazo agotó la paciencia de muchos», comenta un cargo local. «No se puede seguir utilizando la estructura del partido para salvaguardar las sillas de los de arriba», reprocha.

Fuente: elindependiente.com

 

Scroll al inicio