El Racing finaliza el confinamiento hogareño que sufre más de la mitad de su plantilla tras los negativos en COVID-19 arrojados en los test de saliva realizados en la jornada de hoy (restan por conocerse, por un tema logístico, dos resultados). Los futbolistas verdiblancos que permanecían en sus hogares después de los positivos en coronavirus que dieron Pablo Andrade y un jugador del filial la semana pasada podrán, por lo tanto, recuperar su actividad normal. Así, el cuerpo técnico encabezado por Aritz Solabarrieta ha dispuesto el primer entrenamiento colectivo de cara al partido ante el Club Deportivo Ebro en las Instalaciones Nando Yosu mañana jueves, 22 de abril, a las 10:30 horas. La cita ante los aragoneses, tras el aplazamiento a causa de esta incidencia del encuentro que debía haber disputado frente a Osasuna B en Los Campos de Sport, será la segunda que afronten los racinguistas en el Subgrupo D del Grupo II de Segunda B.
Pablo Andrade, a pesar de haber dado negativo en COVID-19 en el test de saliva de hoy, permanecerá confinado -por precaución- hasta el lunes día 26 y continuará ejercitándose en su domicilio con el plan de trabajo facilitado por los preparadores físicos Manuel Ruiz Cueli y José Ángel Gutiérrez. Y es que ambos técnicos proporcionaron rutinas de entrenamiento individualizadas a los 12 futbolistas que no pudieron acudir a La Albericia tras haber sido considerados contactos estrechos de los positivos por el departamento de Salud Pública del Gobierno de Cantabria, así como a Alberto Villapalos, que se ejercita en las Instalaciones al margen del grupo a causa de la grave lesión que sufrió en la muñeca derecha en Urritxe que le obligó a pasar por el quirófano. El jugador madrileño, que ha dicho adiós a la temporada 2020/21, causará baja junto a Álvaro Busto -por acumulación de amonestaciones- para la visita del Racing al Estadio Pedro Sancho de Zaragoza.