24/11/2024

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La Organización Mundial de la Salud se interesa por el rastreo militar y civil de Cantabria

La Consejería de Sanidad comenzó hace casi un año, el 7 de mayo de 2020, un Programa de Estudio de Casos e Identificación de Contactos de Covid-19, pionero en España. Actualmente, el dispositivo lo integran 138 rastreadores de la propia Consejería y del Servicio Cántabro de Salud (SCS) y 136 del Ejército de Tierra.

Desde su inicio y hasta el 31 de diciembre, el Programa ha estudiado 16.600 casos y 53.261 contactos con una media de 3,48 contactos por caso. Además, de acuerdo con los indicadores evaluados, de media transcurrieron 2,63 días entre la fecha de inicio de síntomas y la realización de las pruebas diagnósticas; 0,49 días entre el diagnóstico y el rastreo y 2,71 días entre la fecha de inicio de síntomas y el aislamiento en los casos primarios.

La efectividad en la detección de casos y sus contactos ha llamado la atención no solo de varias Comunidades Autónomas sino de la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), que hace unos días invitó a Cantabria, a través del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), a explicar en la Red de Alertas y Respuestas del organismo que integra a 194 Estados de todo el mundo, la metodología de búsqueda retrospectiva de casos primarios ocultos de Covid-19.

La presentación ha corrido a cargo del director del Observatorio de Salud Pública de Cantabria (OSPC), Adrian Aginagalde, y del MIR de Preventiva y Salud Pública de Cantabria, Alfonso Alonso Jaquete.

Rastreo de hasta 7 días antes del inicio de síntomas

Según las explicaciones de Alonso Jaquete, cuando Cantabria empezó el programa, se constató que “el protocolo de rastreo se quedaba corto tanto con los casos asintomáticos como con los que no habían sido contacto de casos conocidos”. Al final “siempre” terminaba habiendo casos que no sabían dónde se habían contagiado” ha relatado el médico residente de Cantabria, que actualmente está finalizando su formación en el CCAES. “Del 60-70% de casos de origen desconocido, se ha conseguido bajar hasta un 28% gracias al trabajo de los rastreadores”.

Ambos han explicado que actualmente en Cantabria se identifican también los contactos estrechos hasta 7 días antes del inicio de síntomas en determinados entornos. “El objetivo es realizarles una PCR y averiguar si entre ellos se encuentran casos asintomáticos que han pasado desapercibidos”. También se utiliza un cuestionario de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de lugares visitados los 5 días antes del inicio de síntomas, para identificar agregaciones de casos, lo que “ha sido tremendamente útil” para conectar brotes del SARS-CoV-2.

Según Aguinagalde, “aproximadamente el 22% de los contactos estrechos identificados con el protocolo ordinario se contagiaron”. La evaluación del retro rastreo arroja cifras bastante similares, con un 16,68% de casos positivos entre los contactos retro rastreados” ha añadido.

Estrategias de rastreo más ampliadas

El director del OSPC ha insistido en que “la experiencia adquirida sobre la probabilidad de contagio en ciertos entornos ha permitido adaptar la búsqueda en los lugares de un mayor rendimiento”, haciendo clara alusión a los momentos donde no se utiliza la mascarilla (comidas), “que es donde principalmente se buscan casos primarios ocultos y contactos que quizá no estaban exactamente a menos de dos metros”.

Por su parte, Alonso Jaquete ha avanzado que, en Cantabria, “probablemente”, a medida que la transmisión comunitaria vaya disminuyendo, “tendremos que ir hacia estrategias de rastreo ampliadas que busquen entre todos los casos hacia atrás y realicen pruebas diagnósticas no solo a los contactos estrechos”, danto por finalizada su exposición denominada “Experiences in contact tracing in the region of Cantabria, Spain”.

Un Programa con varias unidades

Para optimizar su efectividad, el Programa de Estudio de Casos e Identificación de Contactos, coordinado por los técnicos del SCS, Ana Rosa Díaz Mendi, Marina Lecue y José María Castillo está organizado funcionalmente en varias unidades. Por un lado, la Unidad de Coordinación de Ámbitos Priorizados de la Dirección General de Salud Pública (sociosanitario, sanitario, laboral, educativo, universitario y deportivo); una Unidad de Vigilancia Epidemiológica e Intervención en el Hospital de Liencres y las Unidades de Vigilancia Epidemiológica Militar (en León y Burgos).

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