Sanidad espera que Cantabria alcance a finales de esta semana el umbral de incidencia acumulada a los siete días de 75 casos de coronavirus por cada 100.000 habitantes, lo que supondría pasar del nivel de alerta sanitaria 2 al 3 y aplicar las restricciones correspondientes a este escenario.
Superar este parámetro de incidencia acumulada a los siete días sería suficiente para subir al nivel 3 y aplicar sus medidas -que serán las mismas que cuando la comunidad ya estuvo en esta situación-, ya que la tendencia general de la pandemia es «creciente» y «la mayoría de los indicadores apuntan hacia arriba», además de que el indicador de ocupación UCI ya corresponde a ese nivel.
Si bien en esta última jornada la incidencia a los siete días ha bajado de 71 a 70 casos y la acumulada a los 14 días se mantiene en 134, se espera que en torno al «jueves o viernes» se alcancen los 75, cuando los datos comiencen a reflejar los efectos de la movilidad de Semana Santa.
De hecho, Sanidad creía que la situación ya «se iba a complicar» este pasado fin de semana y el sábado «saltaron todas las alarmas» cuando se llegó a este límite de 75 casos, aunque en los dos días siguientes la incidencia ha bajado y por ello no se han aplicado las restricciones, algo en lo que «siempre han sido estrictos» y han actuado conforme a lo marcado por el documento de actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de Covid-19 aprobado por el Consejo Interterritorial del sistema Nacional de Salud.
Así lo han explicado este lunes en declaraciones a la prensa el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, y el director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, quien ha precisado que Cantabria sigue por ahora en el nivel de alerta 2 pero «la sensación térmica ya es de nivel 3».
Así, Cantabria ha registrado este domingo 57 casos nuevos de Covid (17 más que el día anterior) y un nuevo fallecimiento, el de una mujer de 67 años que eleva a 550 el total de víctimas en la región.
En esta última jornada ha bajado el número de pacientes hospitalizados a 75 (ocho menos que ayer), pero ha subido el de ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) a 21 (dos más), con lo que la ocupación hospitalaria se ha reducido cinco décimas, hasta el 5,3%, y la de UCI ha aumentado del 17% al 19,6%.
De los hospitalizados, 51 se encuentran en el Hospital Marqués de Valdecilla de Santander, 11 en el de Sierrallana de Torrelavega, 11 en el de Laredo y 2 en el Tres Mares de Reinosa.
Con estos datos, el director general de Salud Pública ha destacado en el «alto» nivel de ocupación UCI, que «no acaba de bajar», además de que la presión hospitalaria era «baja» y ya lleva varios días en nivel medio.
Además, hay otros indicadores que muestran que «la cosa va a peor», como el número de contactos promedio por caso, que ha aumentado en las últimas dos semanas en un 20%, pasando de cuatro a cinco contactos. Igualmente, se detectan más casos positivos por muestra realizada y la positividad está ahora en el 5,5% (igual que ayer).
Otro «factor añadido de preocupación» es que la variante predominante ya es la británica, que es más contagiosa y provoca más hospitalizaciones, ha incidido Wallmann.
MEDIDAS
Por ello, la Consejería ha elaborado de nuevo un paquete de medidas para poner en marcha cuando se alcance el límite fijado de 75 casos de incidencia acumulada, que consisten en la reducción de aforos en todos los ámbitos y el cierre del interior de los locales de hostelería, si bien se mantendrá el horario del toque de queda de 23.00 a 6.00 horas, que está en vigor hasta el día 16. «Hemos configurado el paraguas y en el momento en el que se produzcan las primeras gotas lo abriremos», ha dicho Wallmann.
Por su parte, el consejero ha insistido en que desde Sanidad son «muy estrictos» con la aplicación de medidas y se rigen por el acuerdo de actuación aprobado a nivel nacional. Es el mensaje que ha trasladado a los hosteleros que se enfrentan de nuevo al cierre de los interiores de sus locales, reconociendo que el sector «no es el culpable» del aumento de contagios pero que en ese entorno «la gente se quita la mascarilla y está a poca distancia».
Además, ha apuntado que ese rigor a la hora de aplicar las restricciones -que ya han puesto en marcha otras comunidades, ha matizado Rodríguez- es el que ha permitido que la Justicia no las haya tumbado ante las sucesivas reclamaciones del sector hostelero.
BROTES E INCIDENCIA
En este sentido, Rodríguez y Wallmann han señalado que en los brotes detectados hay «muchos» que se dan en el ámbito familiar y relacionados con la hostelería y que ha habido un incremento también entre jóvenes, colectivo en el que predomina la incidencia acumulada.
Así, en el grupo de personas de 10 a 20 años la incidencia está en 120 casos, mientras que en mayores de 65 «se está comportando muy bien» y en mayores de 80 se mantiene «estable, por lo menos no crece», ya que son el colectivo más vacunado, registrando alrededor de 15 o 20 casos por semana.
En UCI la edad media está «ligeramente por debajo de 65» y hay tres personas de entre 40 y 50 años.