El sector de las reformas y la rehabilitación espera generar un volumen de negocio de unos 60.000 millones de euros este año, lo que supondría un incremento de alrededor del 13% respecto a 2020, según las estimaciones de Andimac y de ANERR, que no incluyen en esta cifra el impacto positivo que pueden tener las ayudas de los fondos europeos. «Si se cumplen nuestras previsiones, que realizamos basándonos en un escenario de recuperación positiva por el suministro de las vacunas, estaríamos compensando la caída que se ha registrado en 2020«, explica Sebastián Molinero, secretario general de Andimac.
A falta de cerrar todas las cifras del pasado ejercicio, la patronal calcula que el Covid ha supuesto un impacto negativo en el negocio conjunto de la reforma y la rehabilitación próximo al 12%, «quizás no llegue». «Se trata de un descenso muy moderado teniendo en cuenta que el sector estuvo totalmente paralizado durante casi dos meses», apunta Molinero, que asegura que al principio de la pandemia esperaban que el sector se desplomara por encima del 30%.
«Las estimaciones eran realmente negativas, pero en contra de todo lo previsto, vimos que de repente podría haber una reflexión de los consumidores diferente a la que esperábamos. La gente estaba encerrada en sus casas y se dio cuenta de que su vivienda no tenía lo que necesitaban y, sorprendentemente para nosotros, a partir de mayo empezó a crecer notablemente la actividad de la reforma«, detalla el secretario general de Andimac. Si bien, el mercado de la reforma, entendido como el de los trabajos que se realizan dentro de una vivienda, y el de la rehabilitación (cuando se actúa sobre el edificio) no han tenido el mismo recorrido.
«El mercado de las reformas se reactivó notablemente en la segunda mitad de 2020 y las peticiones para realizar estos trabajos crecieron en el entorno del 30%», explica Fernando Prieto, presidente de ANERR, que cree que «para este año se espera igualmente bastante actividad, esperamos que sea un buen ejercicio».
Lo cierto es que la recuperación del sector ha sido tal a lo largo del año que en el último trimestre de 2020 se llegaron a superar las cifras de 2019, tal y como lo desvela el informe realizado por la plataforma digital para la mejora del hogar, habitissimo. «Aunque en octubre y noviembre se produjo una cierta contracción, tanto interanual como intermensual, consecuencia de la incertidumbre producida por la crisis de la segunda ola de COVID 19, el mes de diciembre marcó un importante cambio de tendencia en la recuperación del sector, con una reducción estacional respecto al mes de noviembre sólo del 9%, una cifra mucho más moderada que la de 2019, cuando superó el 21%«, explican desde la compañía.
Las cifras del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE) constatan esta tendencia, ya que según explica su presidente, Alfredo Sanz Corma, «la evolución creciente de los últimos meses del año compensa la ausencia de actividad que sufrimos en el segundo trimestre como consecuencia de la pandemia, llevándonos a terminar 2020 con más viviendas reformadas que en 2019, aunque aún lejos de los objetivos del PNIEC».
El confinamiento vivido durante el año pasado y la limitación de la vida social ha llevado a muchos ciudadanos a plantearse si las características de su vivienda están acorde con sus necesidades, lo que les ha llevado a realizar reformas.
Un 32,3% prevé reformar
Así lo muestran los datos que desprende la encuesta Cambios en el hogar en 2020 y perspectivas para 2021 realizada por la Escuela Madrileña de Decoración, en colaboración con Barlovento Comunicación, un 63% han echado en falta alguna mejora en 2020, coincidiendo con la pandemia.
Un 20,1% de los encuestados realizó obras en sus viviendas durante 2020. Ese porcentaje crecerá para 2021, ya que un 32,3% de los ciudadanos manifiesta su intención de hacer o seguir haciendo reformas en su hogar. En cuanto al presupuesto destinado a las obras, el 53,4% de los encuestados considera razonable invertir menos de 5.000 euros, mientras que para un 37,1% la cantidad estaría entre los 5.000 y los 15.000 euros.
Efectivamente las reformas en el ámbito residencial han sido las que han impulsado al alza el negocio, ya que según concreta Molinero, las otras dos ramas de actividad registraron caídas importantes. Así, por un lado, se espera que el negocio de los activos terciarios (mantenimientos y reformas de oficinas, restauración, hoteles o comercios) cierre 2020 con un desplome superior al 40%. «Se trata de sectores tremendamente golpeados donde todas las inversiones se cerraron en seco con el Covid», explica Molinero.
La otra línea de actividad es la derivada de la compraventa de vivienda de segunda mano. «Este mercado acabará el 2020 cayendo cerca de un 30%», prevé el secretario general de Andimac, que apunta, sin embargo, que la tendencia podría cambiar en la segunda mitad del 2021. «Durante el primer semestre las reformas de vivienda seguirán tirando del negocio, pero creemos que en el segundo semestre, si todo va bien y existe campaña turística, el mundo de la hostelería y la restauración podrán liberar recursos para actualizarse y modernizarse y puede haber ese cambio de equilibrio», explica Molinero.
Asimismo, desde Splacing.com vaticinan que será un año de cambios estructurales en las oficinas, preparándose el sector para crecimientos del 10%. «Tanto es así, que se darán incrementos superiores a un 20-25% de solicitudes y ejecuciones de proyectos en los entornos de las oficinas, sobre todo en los polos principales de concentración como Barcelona y Madrid», apuntan. «Este incremento en las reformas de las oficinas no sólo vendrá de la mano de esta situación de pandemia, también será por el movimiento eco-sostenible que ha llegado dónde se reclama que los materiales utilizados generen el mínimo impacto medioambiental y tenga el máximo grado de recuperabilidad en la vida de sus productos», explica José Antonio Marta CEO de Splacing.com.
Si ponemos el foco en el negocio de la rehabilitación la historia cambia bastante. «Este sector está teniendo bastantes dificultades», explica Prieto, que señala uno de los principales obstáculos con los que se topa este mercado: «no se están realizando juntas de propietarios y por lo tanto se ha pospuesto la toma de decisiones, no se piden presupuestos y no se ponen en marcha actuaciones». El presidente de ANERR asegura que además «actualmente, el ambiente general es contrario a activar las obras incluso en proyectos aprobados«.
Fuente: eleconomista.es