23/11/2024

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Para emergencias, incendios e inundaciones, llega el segundo helicóptero

Cantabria ha incorporado a sus servicios de emergencia un nuevo helicóptero, el Maya Dama B407, que permite a la Comunidad Autónoma duplicar su capacidad operativa de medios aéreos y disponer de dos aeronaves, desde el 1 de diciembre hasta el 31 de marzo, para mejorar la respuesta ante cualquier situación de emergencia, apoyar la lucha contra incendios forestales en la época de mayor riesgo y reforzar la vigilancia en caso de inundaciones para prevenir sus efectos.

Se suma a las prestaciones del Delta Romeo B412 con el que ya contaba la región, un helicóptero medicalizado los 365 días del año para todo tipo de intervenciones en tierra, mar y costa. El contrato adjudicado por el Gobierno autonómico a la empresa Babcock España, propietaria del aparato, asciende a 2,2 millones de euros anuales y tiene una duración de 3 años.

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha asistido hoy a la presentación de la nueva aeronave, que ha tenido lugar en el Parque de Emergencias del Ejecutivo regional en Villacarriedo. También han estado presentes los consejeros de Presidencia e Interior, Paula Fernández Viaña, y de Desarrollo Rural, Guillermo Blanco; el CEO de Babcock España, Ángel Rodero; el alcalde del municipio, Ángel Sainz; los directores generales de Interior, Jezabel Morán, y de Biodiversidad, Antonio Lucio; el director del Servicio de Emergencias de Cantabria, Íñigo Claramunt, y otros responsables del Servicio de Protección Civil autonómico.

Revilla ha asegurado en su intervención que Cantabria es en estos momentos “la región mejor preparada de España” y se coloca “a la vanguardia en un aspecto fundamental como es la seguridad”, ya que dispone de un “personal excepcionalmente preparado” y los más avanzados equipos técnicos para intervenir ante cualquier tipo de situación adversa.

La consejera de Presidencia, competente en materia de Protección Civil y Emergencias, ha explicado que el Maya Dama ayudará en la extinción de incendios forestales, la vigilancia de las cuencas fluviales para prevenir los efectos de posibles inundaciones o el abastecimiento de núcleos de población que queden aislados, por ejemplo, en época de grandes nevadas.

Paula Fernández, además de recordar que la incorporación de este segundo helicóptero es un compromiso que asumió en el Parlamento, ha incidido en que Cantabria es la única región, junto con Asturias, que cuenta con un helicóptero medicalizado durante los 365 del año y la primera en incorporar una segunda unidad para realizar este tipo de funciones.

El consejero de Desarrollo Rural, responsable del operativo de lucha contra incendios forestales, ha dado la bienvenida a este nuevo recurso helitransportado que ayudará a proteger los montes cántabros del fuego, que en 2020 arrasó un 38% menos de superficie en comparación con la media de los últimos 10 años como consecuencia, entre otros factores, del periodo de confinamiento.

Finalmente, el responsable de Babcock España ha agradecido la confianza depositada por el Ejecutivo cántabro en la empresa y su impulso para ir “más allá” en la búsqueda de nuevos ámbitos de actuación y de una mayor eficiencia y eficacia en la prestación del servicio.

En el transcurso de la presentación se ha realizado una exhibición que ha incluido una pasada en formación de ambas aeronaves y la descarga del helibalde o bambi del Maya Dama, con capacidad para unos 800 litros de agua, que será utilizado en la extinción de incendios forestales.

Además, dos miembros del equipo del helicóptero medicalizado Delta Romeo (rescatador y médico) han realizado maniobras de descenso y subida en doble izado. Concluido el ejercicio, el presidente autonómico ha procedido al bautismo del nuevo helicóptero que incorpora Cantabria a sus servicios y se han expuesto todos los materiales y equipos propios de protección civil utilizados en los rescates.

El Maya Dama B407 y otras mejoras en los rescates aéreos

La aeronave Maya Dama B407, denominada así en honor a los ritos y tradiciones de Cantabria, mejora la capacidad de respuesta en la extinción de incendios forestales y el reconocimiento de cuencas fluviales en episodios de inundaciones, si bien será empleado también en otro tipo de rescates, asistencia a núcleos de población aislados y transporte de personal interviniente.

Al igual que el Delta Romeo B412, el helicóptero con el que ya contaba la Comunidad Autónoma para la atención general de las emergencias, se trata de una aeronave de alta capacidad, con capacidad para trasladar hasta 6 personas y una autonomía de 2 horas y 20 minutos de vuelo.

La actuación de ambos helicópteros en situaciones de incendios forestales permitirá una intervención de 5 horas de vuelto total con descargas continuas de 1.200 y 800 litros de bambi (canasto) por pasada, un método que resulta de vital importancia en estos supuestos debido a su eficacia y precisión.

Igualmente, el nuevo contrato del servicio del helicóptero del Gobierno de Cantabria supondrá implantar otras mejoras importantes que fortalecerán al máximo la gestión de los rescates e intervenciones. En concreto, se suma un efectivo más al equipo del Delta Romeo B412, al separarse las funciones de mecánico y gruista, hasta ahora desempeñadas por un mismo técnico. Esta novedad repercutirá en la eficacia del servicio, dado que habrá técnicos especializados trabajando en exclusiva para cada tarea, a lo que hay que añadir la presencia de un médico experimentado en rescates en cuevas.

Cantabria realiza un gran número de rescates en montaña debido a su orografía –en 2020 hubo 76 intervenciones-, por lo que el Ejecutivo autonómico también ha reforzado este área con un nuevo kit aerodinámico, denominado FAS FIN, que incrementa las condiciones de respuesta del aparato a elevadas altitudes, al incorporar los últimos elementos de seguridad y una mayor autonomía.

La Comunidad Autónoma incorpora, además, la última tecnología para buscar personas desaparecidas: una cámara térmica FLYR, que es un dispositivo de búsqueda por diferencia de calor que permite localizar personas con mayor rapidez, y un nuevo foco de iluminación SX16 para operaciones nocturnas en costa, acantilado y mar. Por otro lado, un sistema de navegación GTN, asociado al piloto automático, facilita el regreso de la aeronave al aeropuerto en condiciones de visibilidad reducida, lo que se traduce en una mayor seguridad ante salvamentos o rescates de personas.

También se mejoran las intervenciones por traslados sanitarios gracias a una moderna camilla, anclada al helicóptero, que permite una mayor eficiencia en el habitáculo de la aeronave y seguridad para la persona trasladada y la tripulación.

Por último, se ha habilitado un depósito de combustible en Tama, de unos 10.000 litros, para dar cobertura a los rescates en la comarca de Liébana y en las zonas limítrofes, y se ha instalado una nueva plataforma eléctrica para la salida y entrada del helicóptero al hangar del aeropuerto, que permite una respuesta más rápida en casos de emergencia.

Intervenciones del equipo del helicóptero en 2020

El helicóptero del Gobierno de Cantabria mantuvo en 2020 una elevada actividad, a pesar de los meses de inactividad durante el confinamiento, con motivo de la Covid-19. Durante el pasado año, el equipo del helicóptero medicalizado fue movilizado en 220 ocasiones, un 12 por ciento menos que en 2019, cuando se contabilizaron 250 intervenciones, si bien ha efectuado más rescates y ha atendido a más personas: 125 frente a las 119 que fueron rescatadas en el ejercicio anterior.

Pese a este descenso en la cifra general de intervenciones, crecieron de forma importante los rescates en montaña, mar, costa y acantilado, un 21,5 por ciento con respecto a 2019 (26 rescates más), como consecuencia de la pandemia, que ha potenciado las salidas de excursionistas a entornos naturales y, en consecuencia, el número de accidentes.

De las 220 actuaciones del pasado año, 76 fueron rescates en montaña, un 15 por ciento más que en 2019, cuando se registraron 66 intervenciones de este tipo. También se incrementaron los rescates en costa y acantilado, un 31 por ciento más, pasando de 41 a 54, mientras que los rescates en alta mar subieron de 14 a 17.

Con motivo igualmente del confinamiento, en 2020 se produjo un descenso en el número de entrenamientos realizados por la tripulación (de 95 en 2019 a 63), así como en las intervenciones en incendios forestales (de 14 a 3), los traslados sanitarios (de 11 a 5), los rescates de espeleosocorro y otras acciones preventivas.

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