El Grupo de investigación en Transformadores Eléctricos de Potencia (GITEP) de la Universidad de Cantabria (UC) se ha llevado por cuarto año una de las ayudas a la Investigación en Energía y Medio Ambiente de la Fundación Iberdrola España, dotadas cada una con 20.000 euros.
Según explicó el responsable del GITEP, Alfredo Ortiz, “estamos muy satisfechos de haber conseguido esta ayuda y de poder ofrecer conocimiento a la sociedad sobre las líneas de investigación del Grupo”. GITEP trabaja desde hace 10 años en tratar de superar los retos que aparecen cuando se utilizan líquidos dieléctricos de origen natural en la refrigeración de transformadores, en lugar de los líquidos convencionales, derivados del petróleo.
“Esta línea de trabajo fue apoyada anteriormente a través de diversos proyectos que fueron financiados por empresas privadas, el Ministerio o la Comisión Europea. Uno de los resultados importantes es que el grupo ha formado ya cinco doctores en esta área y esta nueva ayuda supondrá el impulso para la carrera de una nueva investigadora”, añadió el profesor Ortiz.
En esta ocasión, la ayuda ha recaído en la investigadora Cristina Méndez, becaria FPU en el GITEP, Premio Extraordinario fin de carrera de la promoción 2014-18 y Premio al mejor Trabajo de Fin de Grado. En su proyecto presentado a la Fundación Iberdrola España, se centra en el estudio de las propiedades dieléctricas de diferentes papeles aislantes del transformador, algunos de ellos novedosos, y su comportamiento con los aceites vegetales.
Además, realiza ensayos en los que mide el buen comportamiento aislante de los papeles cuando estos están impregnados con aceites vegetales y cómo evoluciona este comportamiento a medida que el aceite se degrada. Esto permite asegurar que, si se decide emplear el aceite vegetal en el transformador, el papel no se va a degradar rápidamente y va a seguir realizando su función aislante.
Como destacó Méndez, los transformadores eléctricos son imprescindibles para que la electricidad llegue a nuestros hogares. Estos equipos, como cualquier dispositivo eléctrico, aumentan su temperatura durante el funcionamiento. Por ello, están refrigerados con líquidos dieléctricos, que tienen una doble función: por un lado, la evacuación del calor, asegurando temperaturas seguras durante la operación y, por otro lado, de aislamiento eléctrico, evitando fallos en el equipo.
Tradicionalmente se han empleado aceites minerales como líquido dieléctrico del transformador. Sin embargo, estos aceites son contaminantes y, además, se inflaman a temperaturas relativamente bajas (alrededor de 150ºC), por lo que existe riesgo de incendio en los equipos, fallo que ha ocurrido en más de una ocasión, y que implica el corte del suministro eléctrico.
Fluidos de origen vegetal
Es por ello que, en la actualidad, se busca sustituir los aceites minerales por otros fluidos, que mantengan o incluso mejoren las propiedades positivas de los aceites minerales y que no tengan los inconvenientes. Estos fluidos son aceites de origen vegetal, que son biodegradables, buenos aislantes eléctricos y que tienen puntos de inflamación e ignición mucho más elevados, reduciendo notablemente el riesgo de incendios.
En su investigación, Cristina Méndez estudia las propiedades físico-químicas, térmicas y dieléctricas de estos nuevos fluidos, trabajando con aceites vegetales de diferentes orígenes, además de aceites sintéticos y los compara con el aceite mineral. Además, investiga la evolución de los aceites alternativos a lo largo de la vida útil del transformador, mediante ensayos de envejecimiento térmico acelerado.
“Además del aceite en sí, los transformadores también tienen un aislamiento eléctrico formado principalmente por celulosa. Por tanto, no solo es importante que el aceite funcione bien, sino que tiene que ser compatible con la celulosa y protegerla durante el funcionamiento, pues es la parte más sensible del aislamiento y es la que marca el fin de la vida útil de todo el transformador. Por ello, además de estudiar la evolución de los aceites durante el funcionamiento del equipo, también investigo cómo se comporta el papel con estos nuevos fluidos”, añadió la joven becaria del GITEP, de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales y de Telecomunicación.