Los trabajos de reparación de la bóveda del túnel de Tetuán, en los que se han invertido algo más de 187.000 euros, están ya finalizados. La actuación ha permitido arreglar algunas zonas deterioradas y asegurar además el recubrimiento para evitar que en el futuro puedan producirse desprendimientos.
En concreto, los trabajos han incluido la retirada de la antigua capa de gunita, la colocación de nueva tela impermeabilizante y la instalación de una malla de alambre de acero galvanizado anclada a la bóveda, ha informado el Ayuntamiento de Santander en nota de prensa.
El concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz, ha recordado que el Ayuntamiento puso en marcha esta actuación al detectar algunos desperfectos en ciertas partes del recubrimiento de gunita (hormigón proyectado de cinco centímetros de espesor) de la bóveda del túnel.
Según los informes técnicos realizados, la presencia de filtraciones de agua, una humedad relativa elevada y la constante exposición a emisiones de CO2 a la que está sometida la estructura, habían acelerado la velocidad de carbonatación del hormigón, afectando a la chapa bernold que se encuentra en la bóveda del túnel a modo de encofrado perdido.
Por ello, en algunas zonas ha sido necesario retirar la capa de gunita que lo recubre y reponer la tela para volver a impermeabilizar la bóveda del túnel.
Para terminar los trabajos, se ha instalado una malla que queda anclada a la bóveda que evitará en el futuro posibles desprendimientos del resto de las zonas gunitadas y garantizará la seguridad.
El sistema que se ha utilizado consta de una malla de alambre de acero galvanizado de alta resistencia, fijada con tornillos anclados en el hormigón sano de la bóveda de hormigón, formando una cuadrícula de 1,75 metros en dirección radial por 1,30 metros en dirección longitudinal. Transversalmente, la malla se ha rematado en el contacto con la estructura soporte del cerramiento de lamas.
Los trabajos han supuesto una inversión de 187.483 euros y se han venido desarrollando en horario nocturno de domingo a jueves para minimizar las afecciones al tráfico.
El túnel de Tetuán, que entró en servicio en el año 1991, tiene una longitud total de 628 metros, de los cuales 473 metros corresponden a una tipología de túnel en mina y 155 metros a falso túnel, con una sección tipo de 11 metros de anchura útil. Soporta una intensidad media diaria de tráfico cercana a los 20.000 vehículos, lo que supone un volumen anual de alrededor de siete millones de vehículos.