23/11/2024

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Protesta por el ‘Proyecto Pereda’, bajo el lema: «Museo sí, calle también»

La Federación Cántabra de Asociaciones de Vecinos (FECAV) y representantes de otras asociaciones vecinales han llevado a cabo este sábado una concentración de protesta contra la «ocupación del arco» del Banco Santander prevista en la ejecución del ‘proyecto Pereda’ que convertirá la sede social de la entidad bancaria en un museo.

La concentración se ha celebrado bajo el lema ‘Museo sí, calle también’ y en ella los convocantes han leído un comunicado en el que han manifestado «su completo rechazo» a que la actuación para crear este museo suponga la ocupación del interior del arco y el cierre visual de la calle Sanz de Sautuola.

Así, han pedido que en la ejecución del proyecto, proyectado por el arquitecto inglés David Chipperfield, se «estudien alternativas que permitan la reconversión del edificio como museo pero sin apropiarse del espacio de la calle».

La concentración, además de por la FECAV, ha sido convocada por la Federación de Vecinos ciudad de Santander y Cantabria y por las asociaciones Pombo-Cañadío y la del Río de la Pila, San Antón y Los Aguayos.

Los convocantes consideran que el proyecto del futuro museo de la colección del Banco Santander es una «gran noticia» para la ciudad pero sin «taponar» la calle Sanz de Sautuola.

Han explicado que la rehabilitación proyectada «pretende salirse de los límites del edificio, ocupar el espacio de la calle bajo el arco, cerrando visualmente la calle hacia uno y otro lado», lo que, según han advertido, «bloquearía completamente la vista hacia la Bahía desde la calle Sanz de Sautuola».

En opinión de estas asociaciones vecinales ello supone un «grave perjuicio» para las calles y barrios que quedarían por detrás.

ASEGURAN QUE «HAY ALTERNATIVAS»

Por ello, han hecho un llamamiento a reflexionar acerca de «si es realmente imprescindible cometer esta agresión para poder realizar el futuro museo, y si se debe permitir que se invada la calle, e ignorar las consecuencias hacia a la ciudad que queda al otro lado».

Han aclarado que esta reivindicación no contradice «la unánime alabanza y el apoyo ciudadano que la iniciativa merece» puesto que entienden que supondrá «un incuestionable beneficio para la ciudad, por el equipamiento cultural y social que se crea, y el importante atractivo que generará más allá de la región».

Aun reconociendo la «generosidad» que supone la iniciativa por parte del Banco Santander, consideran que «ello no es disculpa para que las cosas se hagan de cualquier manera, y a costa del perjuicio de muchos otros».

«El nuevo museo tiene que convivir con el lugar en que se inserta. Nos quieren vender la obra diciendo que quedará muy bonito, pero nuestra pregunta ha sido desde el primer momento: ¿Es imprescindible este atropello?, ¿Podría solucionarse el museo sin tener que ocupar la calle?». Para los convocantes, la respuesta es «un rotundo sí».

Han indicado que desde las asociaciones de vecinos se ha promovido un estudio sobre la posibilidad de modificar el proyecto inicial del arquitecto inglés para no tener que invadir la calle y han asegurado que el resultado es una «propuesta razonable y funcional, que incluso amplia las zonas comunes, mejora la movilidad interior y sitúa las entradas en el frente sur, que el proyecto pretende ubicar debajo del arco».

«No es la única solución posible, ni ha de ser es en absoluto la que ha de realizarse, pero es la prueba evidente de que se puede resolver satisfactoriamente sin tener que ocupar el arco y respetando la calle», han indicado.

Han insistido en que cerrar visualmente la calle es «una grave afección paisajística, irreversible y permanente». «La ocupación del arco supone un verdadero atropello del espacio público y desprecia a las ciudadanas y ciudadanos que quieren que se respete su derecho a que se mantenga abierto y libre el espacio de la calle», han opinado.

También consideran un «despropósito» que el proyecto inicial proponga crear las entradas principales al museo por el interior del arco en lugar de utilizar los grandes portones históricos del Paseo de Pereda.

«Bajo el arco hay una acera estrecha que dejaría las entradas muy próximas al paso de vehículos, con el consiguiente peligro que ello supone», han alertado los promotores de la concentración, que consideran que «la solución que plantea el proyecto es caprichosa y perfectamente evitable».

«Queremos que se haga el Museo, pero queremos que se haga bien, porque se puede», han señalado los convocantes, que además han recordado que el Paseo de Pereda forma parte de un Conjunto Histórico, con la categoría de Bien de Interés Cultural, con lo que, a su juicio, «se deberían anteponer los criterios de conservación que dicta la ley, que en este caso parecen ignorar».

Han advertido de que la actuación proyectada supone una «importante transformación» de la imagen del edificio y del Paseo de Pereda, pues introduce un volumen nuevo de acero y cristal que, a su juicio, «nada tiene que ver con el resto de las edificaciones del Conjunto Histórico».

Imagen: Ensanche Santander-Asociación de Vecinos de Pombo, Cañadio y Ensanche.

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